Buenos Aires – (www.SentidoG.com)

¿Amigos con derechos?

Dicen por ahí que la posmodernidad nos ha convertido en seres solitarios, sin ánimos de comprometernos con nadie pero bien predispuestos para el sexo y la experimentación de nuevos placeres. En este contexto aparecen los “amigos con beneficios” (FWB, por sus siglas en Inglés): un poco amigos, un poco amantes, y sin el compromiso de una relación formal. Como estas amistades físicas no distinguen sexualidades, aquí te contamos cuándo surgen y cómo se desarrollan entre varones gays.

¿Cuándo y cómo?

Actualmente, los varones gays estamos buscando un FWB en dos momentos clave de nuestras vidas. La primera oportunidad surge como experiencia universitaria o posuniversitaria, e incluso puede tratarse de una amistad “abierta” que incluya ocasionalmente a un tercer amigo o, si de experimentación se trata, una amiga.

El segundo momento clave se registra aproximadamente una década más tarde, a los 30 años, cuando las responsabilidades nos dejan menos tiempo para el ocio y tenemos que volvernos más prácticos para estos menesteres. Además, para ser sincero, a esas alturas uno ya no tiene ganas ni de pasar por el ritual del chat para tener sexo. ¡Ni hablar de una disco! Lo ideal es mandar un SMS para coordinar el encuentro y listo. Y para eso están los FWB, a quienes recurrir regularmente para un buen “desahogo” sexual.

Los códigos

Cuando hablamos de FWB nos estamos refiriendo a una persona a la que conocemos bien y apreciamos, con la que ocasionalmente tenemos sexo. ¿Qué la diferencia de una pareja?

1) Los FWB no se refieren a su relación en plural, porque no existe la idea de pareja, ni siquiera en la conjugación verbal.

2) El tiempo de la relación es el presente. El futuro no existe. Se basa en las necesidades del aquí y ahora.

3) El lenguaje es claro y directo (el viejo “palo y a la bolsa”). No hay lugar para sentimientos, fuera de la amistad.

Los riesgos

Lo que los FWB no siempre tienen en claro es que toda relación humana necesariamente evoluciona, lo que significa que habrá que enfrentar ciertos riesgos.

Una de las consecuencias de estas “amistades físicas” es que suelen mutilar la apertura que debe primar en toda amistad que se precie de tal. La consecuencia es una paradoja por la cual los amigos pasarán a tener un tema tabú: la relación misma.

Si bien estas relaciones tienden a tener poca pasión romántica, despiertan los mismos temores que tienen los amantes: a saber, que uno de ellos se sienta más atraído que el otro.

Aunque la motivación de estas relaciones es la ausencia de compromiso, los especialistas aseguran que los involucrados temen desarrollar sentimientos por la otra persona porque podrían no ser correspondidos.

[poll id=”11″]

Tu comentario

commentario(s)