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Condenan a 30 días de cárcel a joven en un caso de suicidio de estudiante gay

Nueva Jersey – (EFE)

Un juez de Nueva Jersey sentenció hoy a 30 días de cárcel y tres años de libertad vigilada a un estudiante que grabó a su compañero de cuarto manteniendo relaciones sexuales con otro hombre y que se suicidó tras descubrir que el vídeo fue colgado en internet.

El joven Dharun Ravi, de 20 años y origen indio, se enfrentaba a diez años de cárcel y la posibilidad de ser deportado a su país por el suicidio en 2010 de Tyler Clementi, su compañero de cuarto en la universidad de Rutgers, pero el juez Glenn Berman limitó la sentencia a treinta días de prisión y no ordenó su deportación.

Clementi tenía 18 años cuando se quitó la vida en septiembre de 2010 tirándose al vacío desde el puente George Washington, que une Nueva York y Nueva Jersey, tras descubrir que había sido grabado por Ravi con una cámara web manteniendo relaciones sexuales con otro hombre y que las imágenes las colgaron en internet.

Ante una sala judicial abarrotada de público en la localidad de New Brunswick, la madre del joven, Jane Clementi, declaró que lo único que pedía es “justicia” por unos hechos que calificó de “perversos y maliciosos”, e instó al juez a demostrar que lo ocurrido “estuvo mal” y fue un “comportamiento inaceptable” que no debería tolerarse.

El magistrado sentenció a Ravi a trescientas horas de servicios en favor de la comunidad, acudir a cursos de terapia y pagar una multa de 7.800 euros que irá a parar a una organización que ofrece ayuda a víctimas de acoso.

Un jurado popular declaró culpable en marzo a Ravi, vecino de la localidad de Plainsboro, por invasión de privacidad e intimidación después de quedar demostrado durante el juicio que grabó a Clementi manteniendo relaciones sexuales con otro hombre y que aquel terminó suicidándose.

El caso, en el que también estuvo implicada otra estudiante que se declaró culpable, causó consternación en la comunidad homosexual estadounidense, que denunció el hostigamiento que, a su juicio, llevaron aquel verano al suicidio de al menos cuatro jóvenes en los estados de Indiana, California, Texas y Nueva Jersey.

Tras esos suicidios, la Casa Blanca tomó cartas en el asunto y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, grabó un mensaje para pedir el fin del hostigamiento.

“Me rompe el corazón”, dijo entonces Obama, quien reconoció que “es difícil” crecer en un lugar en el que se siente a veces que uno no pertenece.

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