Por Leandro Fogliatti (SentidoG)
Es uno de los grandes títulos de la comedia musical. Hello, Dolly!, con libro de Michael Stewart y composiciones de Jerry Herman, se estrenó en Broadway en 1964, y desde entonces su famosa protagonista ha sido interpretada por consolidadas estrellas del género, como Carol Channing, Ethel Merman, Mary Martin, Ginger Rogers, Pearl Bailey, Dorothy Lamour, Yvonne de Carlo, Concha Velasco, Bette Midler, Bernadette Peters, y la mismísima Barbra Streisand, en la versión cinematográfica que Gene Kelly realizó en 1969. Por estas latitudes, Libertad Lamarque, Elena Lucena y la española Nati Mistral encabezaron los elencos locales.
Ahora, una nueva versión de este clásico puede disfrutarse en el teatro Ópera, con Lucía Galán encarnando a la entrañable casamentera de Nueva York, a quien pronto sucederá Karina K.
¿Quién es Dolly?
Dolly Gallagher Levi es una casamentera que hace de las suyas en la ciudad de Nueva York, en 1890. La historia se inicia cuando Dolly presta sus servicios a Horacio Vandergelder, un viudo, próspero -y tacaño- comerciante de ramos generales de un pueblo cercano, al que pretende relacionar con Irene Molloy, una sombrerera de la gran ciudad. Al mismo tiempo, dos empleados del comerciante, Cornelio y Barnaby, deciden tomarse un día de descanso y viajar también a Nueva York, donde en definitiva confluyen todos los personajes, enredándose en situaciones cómicas y románticas que encontrarán su clímax en el restaurante “Jardines de armonía”.
Mucho se ha hablado acerca de la vigencia de esta historia. Claramente, la concepción de género y las relaciones amorosas ya no son las mismas que en el siglo XIX. Sin embargo, ésta es solo una parte de la obra.
Personalmente, me gusta pensar en Hello, Dolly! como una historia de segundas oportunidades, una invitación a permitirnos soñar. Esto puede resultar más evidente en aquellos personajes que han enviudado, como la propia Dolly y los mencionados Vandergelder y Molloy. Pero es extensible a aquellos personajes que se atreven a desafiar a su entorno, como Cornelio, Barnaby y Minnie Fay, asistente de la sombrerera. En la puesta local, esta idea aparece muy cuidada en las adaptaciones de las letras de las canciones, especialmente en Put on Your Sunday Clothes y Before the Parade Passes By.
Bueno y breve
La versión porteña que desde el 8 de enero se disfruta en el teatro Ópera sorprende por su producción, a cargo de Ángel Mahler (quien además es el director musical) y Leo Cifelli, lo que incluye impactante escenografía y vestuario provenientes de una puesta mexicana.
Bajo la dirección artística de Arturo Puig, la historia fue recortada, lo que simplifica y facilita para el espectador una trama que en su versión original se vuelve un tanto enredosa. Sin embargo, hay instancias claves, como una señal que Dolly espera de su difunto esposo, que originalmente se resuelve muy bien desde los parlamentos, pero que en esta versión queda un tanto deslucida y pierde su relevancia con un fugaz juego de luces.
Con su trayectoria y virtudes vocales, Lucía Galán era candidata firme para el rol estelar. Cifelli y Mahler han mencionado reiteradamente que era la artista ideal para protagonizar su puesta. No se equivocaron. Desde su entrada, ella se apropia del espacio escénico con mucha seguridad, interpretando las canciones con precisión y naturalidad, y capturando la atención del espectador aun cuando no está en el centro de la escena. Sin duda, un gran desafío para Karina K, quien la sucederá a partir del 19 de marzo, cuando Lucía retome sus compromisos con Pimpinela.
Otra interpretación destacable es la de Ángeles Díaz Colodrero, quien se luce componiendo uno de los personajes más entrañables de la obra, el de Irene Molloy, especialmente cuando interpreta Ribbons Down my Back, una melodía tan dulce como compleja de ejecutar.
Son muchas las razones por las que esta puesta deslumbra especialmente con la escena que transcurre en el restaurante “Jardines de armonía”. La majestuosidad de la escenografía, el vestuario, la gran entrada de Lucía Galán y la excelente ejecución musical de la orquesta que en vivo dirige Mahler. Pero sin duda, es el ensamble de bailarines y coreutas quienes se lucen por su precisión y dinamismo, con la dirección coreográfica de Elizabeth de Chapeaurouge. Ellos completan este gran equipo de 30 artistas más músicos que definitivamente suben la vara del musical argentino.
Hello, Dolly!
Libro: Michael Stewart. Música y letras: Jerry Herman.
Adaptación: Fernando Masllorens y Federico González del Pino.
Adaptación de canciones: Marcelo Kotliar
Elenco: Lucía Galán, Antonio Grimau, Darío Lopilato, Laura Azcurra, Agustín Sullivan, Ángeles Díaz Colodrero.
Dirección: Arturo Puig
Dirección musical: Ángel Mahler
Coreografía: Elizabeth de Chapeaurouge
Teatro Ópera Orbis Seguros (Av. Corrientes 860). Funciones de jueves a domingos.
Entradas en venta por TICKETEK o en boletería
