Tres de los antiguos bailarines de respaldo de Lizzo están demandando a la cantante, su productora y su capitán de baile por acoso sexual y creación de un ambiente de trabajo hostil, entre otras acusaciones.
Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodríguez presentaron la demanda en el Tribunal Superior de Los Ángeles el martes, informa NBC News, nombrando a Lizzo, Big Grrrl Big Touring, Inc. y la capitana de baile Shirlene Quigley como los acusados.
En un comunicado, el abogado del trío, Ron Zambrano, dijo: “La naturaleza deslumbrante de cómo Lizzo y su equipo de gestión trataron a sus artistas parece ir en contra de todo lo que Lizzo representa públicamente, mientras que en privado avergüenza a sus bailarines y los degrada de maneras que no solo son ilegales sino absolutamente desmoralizantes”.
Lizzo es conocida por defender la positividad corporal en el escenario y en su música. Pero según la demanda, supuestamente cuestionó el compromiso de Davis con su papel en los comentarios que la bailarina sintió que eran alusiones “ligeramente veladas” a su peso.
La demanda también alega que Lizzo presionó a Davis para que tocara a una artista desnuda en un club nocturno de Berlín a principios de este año.
Quigley está acusada en la demanda de acoso religioso por supuestamente aprovechar “todas las oportunidades para hacer proselitismo” sobre sus creencias cristianas a “cualquiera y todos en su presencia, independientemente de las protestas”. Quigley supuestamente consideraba a Rodríguez como una “no creyente” y la presionó sobre sus propias creencias religiosas. Supuestamente también discutió el hecho de que Davis era virgen en entrevistas y publicaciones en las redes sociales.
La demanda acusa a los empleados de la compañía de giras de hacer comentarios que estaban “cargados de animosidad racial y de fobia a la grasa”. Supuestamente, los bailarines fueron reprendidos por ser “inaceptables e irrespetuosos” cuando pidieron una compensación por su tiempo de inactividad. Según la demanda, “solo se habló de esta manera con el elenco de baile, compuesto por mujeres de color de figura completa”.
Lizzo supuestamente sometió a los bailarines a un ensayo “insoportable” de 12 horas, durante el cual Davis tenía tanto miedo de perder su trabajo que se ensució los pantalones.
Supuestamente, Williams fue despedido después de confrontar a Lizzo por las acusaciones de la cantante de que los bailarines bebían antes de las actuaciones. Según los informes, Rodríguez se quejó con un gerente sobre la forma pública en que Williams fue despedido, lo que llevó a Lizzo a mencionar el asunto “repetidamente” en una reunión el 27 de abril.
Supuestamente, Davis fue despedida en mayo después de que Lizzo descubriera que había grabado esa reunión. La demanda dice que los empleados confiscaron los teléfonos de los bailarines durante la reunión posterior en la que despidieron a Davis y que un miembro de la seguridad de Lizzo obligó a Davis a permanecer en la sala para buscar la grabación en su teléfono.
Durante la misma reunión, Rodríguez renunció, citando el maltrato de sus compañeros bailarines. La demanda alega que Lizzo respondió “haciéndose crujir los nudillos, apretando los puños”.
De acuerdo a Jezabelotros que han trabajado con el cantante se han presentado para corroborar las acusaciones de Davis, Rodríguez y Williams.
“No estoy aparte (sic) de la demanda, pero esta fue en gran medida mi experiencia en mi tiempo allí”, escribió la exbailarina de respaldo Courtney Hollinquest en una publicación de Instagram. “Un gran saludo a los bailarines que tuvieron el coraje de sacar esto a la luz”.
En respuesta a la publicación de Hollinquest, el ex director creativo de Lizzo, Quinn Whitney Wilson, escribió: “No me he separado (sic) de ese mundo durante unos tres años, por una razón. Aplaudo mucho el valor de los bailarines (sic) para sacar esto a la luz. Y lamento partes de mi propia experiencia”.
