Un congresista republicano anti-LGBTQ+ que hablaba regularmente de “valores familiares” se está separando de su esposa, debido a una serie de supuestas aventuras amorosas.
El congresista de Carolina del Sur, Jeff Duncan, que ha promocionado repetidamente la importancia de los “valores familiares” y ha respaldado legislación anti-LGBTQ+ como la ley Don’t Say Gay de Florida, ha sido acusado por su esposa de tener aventuras, informó Business Insider. La pareja ha estado casada durante 30 años y tiene tres hijos.
Pero ahora, Melody Duncan, ha solicitado el divorcio, citando al menos dos aventuras.
Duncan, que ha estado en el cargo durante más de 12 años, ha abogado durante mucho tiempo por los “valores familiares tradicionales”, y a menudo ha utilizado esta postura para hacer campaña contra cuestiones como el aborto y los derechos LGBTQ+.
“Como conservador social de toda la vida, soy un firme defensor de la vida y los valores familiares tradicionales”, dice Duncan en su sitio web, y añade que el aborto es “moralmente reprobable”.
En mayo, publicó un artículo titulado “Exponiendo la agenda educativa destructiva de la izquierda: vienen por sus hijos”, en el que defendió la legislación anti-LGBTQ+ de Florida y defendió la incendiaria cuenta de red social de derecha de línea dura Libs of Tik Tok. La izquierda quiere “adoctrinar (a los niños con) una orientación sexual radical y una ideología de identidad de género”, afirmó también.
“Las políticas conservadoras están a favor de los niños, de la familia, de los padres y, lo más importante, de la vida”, escribió.
Duncan se ha pronunciado en contra de la atención que afirma el género, calificándola de “mutilación”, a pesar de que los estudios confirman que mejora la salud mental de los adolescentes transgénero.
Los documentos judiciales de la semana pasada afirmaron que el congresista defendió los supuestos romances con una “narrativa falsa de un matrimonio sin amor… para justificar la hipocresía de sus declaraciones públicas y acciones privadas”.
Melody Duncan fue descrita en los documentos como una “esposa diligente (que) apoyó de todo corazón” a Duncan en su carrera.
Los documentos afirman que el congresista había “confesado esta relación adúltera ante muchas personas, incluidos los hijos de los partidos y miembros de su personal”.
