Malawi – (Dos Manzanas)

La salud de Steven Monjenza, uno de los dos jóvenes prisioneros en Malawi acusados de homosexualidad y escándalo público tras celebrar su boda, continúa deteriorándose. Según el activista británico Peter Tatchell, Monjenza se encuentra extremadamente débil, con tos, vómitos, ictericia y dolor en el pecho.

Al parecer, los responsables de la prisión habrían descartado mediante pruebas que se trate de tuberculosis, como se temía hace unos días, pero permanecen incapaces de dar un diagnóstico. Tatchell, que ya hace unos días alertó del precario estado de salud del joven, ha pedido que sea trasladado a un centro sanitario para que sea tanto evaluado como para que se pueda recuperar en condiciones.

Monjenza, de 26 años, se encuentra desde hace casi cuatro meses en la prisión de Chichiri, en espera de que se resuelva definitivamente el juicio. Sufre penosas condiciones en una celda atestada sin alimentación, higiene ni cuidados sanitarios apropiados.
Tanto Monjenza como su pareja, Tiwonge Chimbalanga, de 20 años, fueron arrestados a finales de diciembre en su casa después de celebrar su boda por el rito tradicional. Desde entonces permanecen encarcelados y se enfrentan a una posible pena de 14 años de cárcel. Son considerados presos de conciencia por Human Rights Watch  y Amnistía Internacional.

La situación de salud de Steven Monjeza –quién en diciembre último fue encarcelado en Malawi tras celebrar una boda simbólica con otro hombre- ha empeorado considerablemente, según denuncian activistas homosexuales británicos.

Monjeza, alojado en una prisión superpoblada de la ciudad de Blantyre, sufre de vómitos constantes, además de cansancio generalizado y un fuerte dolor en el pecho, según pudo saber el activista inglés Peter Tatchell.

Las condiciones de detención de Monjeza, tanto como las de Tiwonge Chimbalanga (su pareja) distan de ser las mejores. Pese a ello, Tatchell ha informado que la justicia de Malawi denegó el pedido de excarcelación. Irónicamente, las autoridades aducen que la negativa es por “la propia seguridad” de la pareja.

A la espera de una sentencia

“Culpables” de ser gays en un país que castiga la homosexualidad con dureza (hasta 14 años de prisión según el Código Penal de este país africano), Monjeza y Chimbalanga están a la espera de una sentencia que decida su situación.

La justicia del país, mientras tanto, ya postergó la resolución del caso por lo menos hasta mediados de mayo.

Y mientras esa injusta espera tiene lugar, Tatchell –recabando información de activistas LGTB de Malawi- ha dicho que Monjeza no está recibiendo tratamiento médico por parte de las autoridades carcelarias. “Incluso si sólo tuviera bronquitis o pleuresía, deberían preocuparse. Porque podría derivar en una neumonía, que suele ser fatal en algunos casos”, denunció Tathcell.

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