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El Luna Park se vistió de gay con Erasure

Por Esteban Rico – (www.SentidoG.com)

Erasure en BAa

Anoche, en un Luna Park colmado, varios de nosotros volvimos a nuestra adolescencia. Algunos, a su viaje de egresados; otros, a su primer boliche; los de más allá a los asaltos de la primaria o la secundaria. Erasure fue la banda de sonido de una época que quedó atrás (muy atrás), pero que siempre es lindo revivir.

En su tercera visita a nuestro país, el dúo inglés conformado por el cantante abiertamente gay Andy Bell y el tecladista y programador Vince Clark brindó un concierto plagado de hits como parte de su Total Pop! Tour con el que vienen recorriendo el mundo desde el pasado 9 de junio. A punto de lanzar su nuevo álbum “Tomorrow’s World” que saldrá a la venta el próximo 3 de octubre, el dúo decidió salir de gira con sus grandes éxitos antes de presentar sus nuevas canciones.

Con impecable puntualidad británica, Erasure copó el escenario del Luna a las 21 horas al ritmo de “Hideaway”, una gema oculta de su segundo álbum “The Circus” del año 1987. Vestido con un estridente saco rojo, anteojos de marco blanco, pantalón negro, remera estampada abierta en los costados y botas color borravino, Andy Bell se paró frente al micrófono para entonar la canción luciendo y sonando un tanto tenso. Por un momento, muchos en el público esperaron lo peor; que el extravagante vocalista hubiese perdido sus dotes de showman y sus virtuosas cuerdas vocales con el paso de los años y habiendo convivido con el virus del HIV durante los últimos 13 años. Ya para la segunda canción, “Breath of Life” del álbum “Circus” del año 1991, las dudas se disiparon por completo; Bell demostró que su voz y su presencia escénica se mantienen intactas.

El show fue una catarata de hits; casi todos interpretados prácticamente fieles a sus versiones originales. Ninguno de ellos fue convertido en versión extendida para estadios, sino que las efectivas y punzantes melodías pop del dúo fueron lanzadas desde el escenario como pequeñas bombas atómicas pop a la platea que bailó sin parar durante toda la noche. Eso explica como lograron meter 21 canciones en apenas 90 minutos de concierto.

La primera sorpresa de la noche fue con la balada “Always”, cuya primera mitad fue interpretada en su versión en español por Bell y sus maravillosas coristas. El cantante se dirigió al público en un divertidísimo castellano galleguizado durante todo el concierto. El vocalista evitó todo tipo de gestos demagógicos de los que tanto abusan la mayoría de los artistas que nos visitan de otras latitudes. Nada de asegurarnos que somos el mejor público del mundo, nada de ponerse la camiseta del seleccionado argentino, nada de compartir micrófono con el público para cantar los estribillos… Bell cantó cada uno de las notas de cada una de las canciones del setlist. Es sabido que a las divas no les gusta compartir el protagonismo.

A dos mega-hits como “Ship of Fools” y “Victim of Love” le siguió la bellísima “Breathe”, del desapercibido álbum “Nightbird” del año 2005. Luego de “Chains of Love” y “Sometimes” llegaría la segunda sorpresa de la noche. Por primera vez en esta gira (y en años), el dúo interpretó una versión acústica de “When I Needed You”, ese lentazo que acá fue un éxito mientras que en el resto del mundo fue simplemente el lado B del single de “Ship of Fools”. Cual fogón electro-pop, Andy, Vince y las dos coristas se sentaron en las escaleras de la tarima ubicada en el escenario, mientras el cantante pispeaba un machete y las negritas trataban de no quedarse atrás.

“Save me” es la canción del nuevo álbum que eligieron para presentar en este show y la verdad es que desentonó mucho en comparación con el resto del catálogo del dúo. Para el último tramo del concierto, Bell y Clarke se guardaron la artillería pesada con himnos como “Love to Hate You”, “Blue Savannah” y “Who Needs Love Like That” que hicieron bailar hasta a los muertos. Y para el final, los indiscutibles himnos de Erasure, al menos para el público argentino: “Oh L’Amour” y “A Little Respect”. Para los bises se reservaron el electrizante “Stop!” del EP “Crackers International” del año 1988.

Las luces del Luna Park marcaron el final del asalto o del viaje de egresados y nos hicieron volver al presente, al 2011… con un poco más de panza, un poco menos de pelo pero la misma emoción al escuchar y corear estas canciones que musicalizaron una importante etapa de nuestras vidas.

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