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Presentan el libro “Actualidad De Erotismo y Pornografía”

(SentidoG)

El libro "Actualidad De Erotismo y Pornografía" presenta diversos debates, perspectivas, voces y miradas en torno al campo del erotismo y la pornografía.

El libro “Actualidad De Erotismo y Pornografía” presenta diversos debates, perspectivas, voces y miradas en torno al campo del erotismo y la pornografía.

El pasado sábado 25 de junio se realizó la presentación del libro Actualidad de Erotismo y Pornografía en el Colegio de Psicólogos de San Isidro. Esta publicación presenta diversos debates, perspectivas, voces y miradas en torno al campo del erotismo y la pornografía.

Los autores que pueden encontrarse en las páginas de Actualidad de Erotismo y Pornografía son Raquel Osborne, Michela Marzano, Irene Meler, Jorge Leite Jr.Carlos Alberto Barzani, quien además de ser el compilador del libro realiza un acercamiento crítico al movimiento posporno y reflexiona acerca de los aspectos revolucionarios y de apertura, y por otro lado, el riesgo de que el posporno, como otrora la teoría queer, sea capturado y neutralizado por la pornografía mainstream y el sistema heteronormativo capitalista.

SentidoG tuvo la oportunidad de conversar con Carlos Alberto Barzani, quien nos brindó más detalles acerca del armado de Actualidad de Erotismo y Pornografía y del análisis que realiza en su capítulo acerca de la pospornografía.

 

¿Cómo surge el proyecto del libro? ¿Cuánto demoró su realización?

El proyecto del libro surge a partir del número de la Revista Topía cuyo dossier llevó por título: “Sexualidad de consumo: Erotismo y Pornografía” que salió en noviembre de 2014. Yo ya había escrito un artículo sobre la mercantilización de la diversidad sexual. Quiero decir, el uso de las elecciones sexuales como un nicho para vender mercancías, lo que algunos publicistas dieron en llamar “mercado rosa”, con toda la carga de prejuicios que eso conlleva. Así que cuando en las reuniones de consejo de redacción surge ese tema, fue mi oportunidad para seguir profundizando en la temática, pero volcándome más hacia el mercado de lo erótico y el porno. La idea del libro era no sólo poner el acento en el terreno de la diversidad sexual, sino también de lo que suele llamarse mainstream; el porno tradicional, hegemónico. Al equipo de la revista le gustó mucho el artículo y el director de la revista y la editorial –Enrique Carpintero– me propuso profundizar el artículo y armar una compilación convocando a otros autores y autoras.

¿Qué quisiste transmitir?

El objetivo primario era poner el eje sobre el espectador, sobre el lector, el oyente. Que la forma en la que percibimos una cosa, en especial cuando se trata de temas sexuales, habla más de nosotros que de la cosa misma. Me refiero a que algo me caliente o me provoque asco o indiferencia es algo sumamente subjetivo. En este sentido, me interesaba convocar gente con distintas perspectivas. Otra de las cuestiones es algo que yo vengo viendo en mi trabajo con adolescentes. Que la pornografía tiene una función pedagógica e ideológica. En cuanto a lo pedagógico; los varones adolescentes aspiran a repetir las proezas que ven en la películas porno. Pude acreditar que lo que yo escuchaba, lo comprobaban algunas investigaciones. Y en cuanto a lo ideológico; que justamente lo que transmiten estas películas es un tipo de sexualidad específica. Donde el varón siempre es activo y la mujer es pasiva y siempre admiradora de la potencia y agresividad masculinas. Además los cuerpos son bastante estereotipados. Por otro lado, quería volver a un descubrimiento freudiano que en su momento -principios del siglo XX- fue revolucionario y que no se le ha dado el lugar que merece. Incluso dentro de todo un grupo de psicoanalistas. Y es que el objeto de deseo es lo más lábil en la sexualidad humana y que cualquier región del cuerpo puede constituirse en una zona erógena. Esas actividades que eran consideradas perversiones sexuales por la psiquiatría clásica, era justamente lo que caracteriza a la sexualidad humana. Cualquier parte del cuerpo puede convertirse en productora de placer además de los genitales y cualquier objeto puede constituirse en un objeto de deseo.

Erotismo y pornografía suponen un ámbito de subjetividad y liberación, aunque históricamente han estado subordinados a los mandatos de la heteronormatividad. ¿Creés que hoy somos más libres en la intimidad de nuestras relaciones?

Creo que sí, que somos más libres en cuanto al ejercicio de la sexualidad. Pero lo que veo como cambio es que a la par que cada vez hay menos represión en el ejercicio de la sexualidad, hay más dificultades en el compromiso afectivo. Incluso hay adolescentes tanto varones como mujeres que compiten a ver quién tiene más encuentros sexuales, mientras lo que más les cuesta es el vínculo amoroso.

¿La pornografía es necesariamente machista? ¿Existe el porno para mujeres?

La pornografía tradicional es por definición machista, ya que está hecha por varones heterosexuales para ser consumida por varones heterosexuales. Así que incluye todas las fantasías de este grupo particular. Lo que ha intentado un sector del feminismo que se ha dado en llamar “pro-sexo” es cuestionar tanto a ese tipo de pornografía como a otro sector del feminismo -el antipornografía- que ha bregado por censurarla por considerarla como el ejemplo más extremo de cosificación y de violencia contras las mujeres. Las feministas pro-sexo proponen no censurar, sino crear otros materiales que apunten a las fantasías de la mujeres. De ahí que hayan surgido realizadoras feministas como Erika Lust donde crean un porno creado y dirigido para mujeres.

¿Cómo han impactado en el porno las nuevas formas de circulación y consumo que propuso Internet y las tecnologías digitales?

Una de las formas que podemos percibir a simple vista es que ahora cada quien no solo mira, sino que además puede ser protagonista de su propio video porno. Es el auge del do it yourself (hacelo vos mismx). Incluso hasta se puede tener su propio público y ganar algo de dinero con él. Si bien existe una alta mercantilización y comercialización en lo que hace al porno, también hay una multiplicación exponencial de las variantes de la sexualidad. Esto ha permitido también la circulación y el florecimiento de nuevas propuestas. Tanto de lo que se ha dado en llamar “bizarro” así como las propuestas del movimiento posporno. Además las nuevas tecnologías, al hacer más sencillos los rodajes y la existencia de un tipo de distribución directa por parte del autor permite que aparezcan nuevos realizadores que se atreven con el género y generar nuevas ideas y propuestas.

¿Qué es pospornografía?

Es un movimiento que parte del feminismo pro-sexo con la participación de trabajadoras sexuales, lesbianas y actrices porno. La intención es oponer resistencia a la pornografía hegemónica sin apelar a la censura, ni a políticas de naturaleza conservadora. El feminismo posporno reivindica la representación pornográfica como un espacio de acción política a través del cual, mujeres y disidentes sexuales pueden redefinir sus cuerpos e inventar nuevas formas de producir placer que vayan en contra de la normalización de la pornografía dominante. También impulsa la deconstrucción y subversión de los estereotipos sexuales y de género. Las biparticiones masculinidad/femineidad, varón/mujer, penetrador/penetrada, activo/pasiva son asumidas como construcciones o tecnologías; es decir, como posibilidades y no como entidades inamovibles.

Una de las prácticas en las que se centra es en el BDSM (Bondage y Disciplina; Dominación y Sumisión; Sadismo y Masoquismo) sin la exhibición de genitales y destacando el carácter consensuado, cooperativo y gratificador de estas prácticas. Lo que tratan de mostrar es la artificialidad de las relaciones de poder ya que los roles son intercambiables. También que las relaciones de poder erotizan y que además quien en la vida real tiene poder, en el juego sadomasoquista puede ser sumiso.

¿Cómo se articula con las luchas y demandas del colectivo LGBT?

Una de las formas es proponiendo conquistar la función pedagógica que ha cumplido el porno, explorando representaciones de sexualidades divergentes que subviertan tanto los estereotipos sexuales y de género como de los cuerpos que son considerados atractivos. Pero también interviniendo el espacio público con performances que tienen el objetivo de cuestionar los valores sexuales heteronormativos.

¿El posporno es necesariamente performativo teatral?

Sí, pero aclarando que desde esta perspectiva la sexualidad en sí es siempre representación y performativa. Entonces lo que se trata de evitar es el monopolio de la representación, de resistir al discurso normativo de la pornografía que se hace pasar por la verdad “natural” de la sexualidad.

¿En qué momento se encuentra el movimiento posporno, hoy?

Así como hay una proliferación de festivales, talleres posporno e intervenciones en el espacio público, sobre todo en España y México y que se ha ido extendiendo a otros países de Latinoamérica como Argentina, Chile y Colombia. Este año está previsto realizar la octava edición de la Muestra Marrana en Quito, Ecuador (especializada en proyectar porno feminista y posporno). También existen voces de crítica donde por un lado se cuestiona que queda confinado a un pequeño grupo cerrado sobre sí mismo y por otro lado, que se ha banalizado y vaciado del sentido disidente, crítico y subversivo. Por mencionar algunos de esos grupos; Subcuerpa de Colombia y Ludditas sexxxuales de Argentina.

 

Para más información y para adquirir el libro Actualidad de Erotismo y Pornografía, ingresar a la página web de la Revista Topía.

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