El Papa Francisco afirmó que la Iglesia Católica es abierta y acogedora para todos, pero que existen leyes que regulan la vida dentro de la Iglesia.
Habló con los periodistas en un vuelo que regresaba a Roma del Festival Católico de la Jornada Mundial de la Juventud de Portugal, según Reuters.
Durante el viaje, el Papa había dicho que la Iglesia estaba abierta a “todos, todos, todos”.
En respuesta, un reportero llamó la atención sobre la inconsistencia de este comentario con el hecho de que la Iglesia no brinda a las mujeres y a las personas homosexuales los mismos derechos y acceso a los sacramentos.
“La Iglesia está abierta a todos, pero hay leyes que regulan la vida dentro de la Iglesia”, respondió el Papa. “Según la legislación, no pueden participar de (algunos) sacramentos.
“Esto no quiere decir que esté cerrado”, aseveró. “Cada persona encuentra a Dios a su manera dentro de la Iglesia”.
Desde su nombramiento en 2013, el Papa Francisco ha adoptado una postura compleja sobre los derechos LGBTQ+.
Ha afirmado que los “actos homosexuales” son pecaminosos, aunque rechaza con vehemencia la idea de que la homosexualidad es un delito.
Aunque “defiende las enseñanzas católicas sobre los derechos LGBTQ+”, ha demostrado cierto progreso en el alcance de la Iglesia a las personas queer.