Los líderes católicos de extrema derecha y los creyentes de la Iglesia estadounidense han ido “hacia atrás” en su “comprensión de las cuestiones de fe y moral”, según el líder de la iglesia.
El Papa Francisco los calificó de ideólogos reaccionarios durante una reunión, insistiendo en que los conservadores estadounidenses han perdido el rumbo.
Francisco se reunió con miembros portugueses de su orden jesuita y consoló a un hombre que dijo haber sufrido durante un año sabático en Estados Unidos. Durante su año sabático, el hombre dijo que lidiaba con retórica de derecha que sabía que no era una comprensión precisa de la doctrina de la iglesia.
El Papa dijo que había “una actitud muy fuerte, organizada y reaccionaria” en la Iglesia estadounidense, a la que llamó “atrasada”.
“Al hacer esto, se pierde la verdadera tradición y se recurre a ideologías para tener apoyo. En otras palabras, las ideologías reemplazan a la fe”, afirmó.
“La visión de la doctrina de la Iglesia como un monolito es errónea”, añadió. “Cuando retrocedes, creas algo cerrado, desconectado de las raíces de la iglesia”, lo que tiene efectos devastadores en la moralidad.
“Quiero recordar a estas personas que el atraso es inútil y que deben comprender que hay una evolución correcta en la comprensión de las cuestiones de fe y de moral”, añadió el Papa.
Varios obispos estadounidenses han criticado al pontífice a lo largo de los años por considerarlo demasiado liberal y amable, pero él ha dicho que la crítica es “un honor”.
Francisco tiene posiciones mixtas sobre cuestiones de sexualidad. Ha calificado de “injustas” las leyes que penalizan la homosexualidad e insistió en que Dios ama a todos sus hijos tal como son. Hizo un llamado a los obispos católicos para que den la bienvenida a las personas LGBTQ+ en la iglesia y también apoya las uniones civiles.
En una entrevista con el Associated PressFrancisco reconoció que los obispos católicos en ciertas partes del mundo apoyan leyes anti-LGBTQ+.
“Estos obispos tienen que tener un proceso de conversión”, dijo. Instó a los obispos a aplicar “la ternura, por favor, como la que Dios tiene con cada uno de nosotros”.
“Todos somos hijos de Dios, y Dios nos ama tal como somos y por la fuerza con la que cada uno de nosotros lucha por nuestra dignidad”, dijo Francisco.
Sin duda, Francisco difícilmente merecerá un lugar como gran mariscal en el próximo desfile del orgullo gay. Continúa defendiendo la enseñanza de la Iglesia de que la homosexualidad es intrínsecamente “desordenada” y se ha pronunciado enérgicamente contra el matrimonio igualitario.
Una declaración del Vaticano del 8 de diciembre de 2016 desaconsejó la ordenación de sacerdotes homosexuales. La declaración, titulada El don de la vocación sacerdotal, dice, “(L)a Iglesia, aunque respeta profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario o en las órdenes sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada ‘cultura gay’. De hecho, estas personas se encuentran en una situación que les impide gravemente relacionarse correctamente con hombres y mujeres. No se deben pasar por alto en modo alguno las consecuencias negativas que pueden derivarse de la ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas”.
