Sha’Carri Richardson, una velocista bisexual, es la mujer más rápida del mundo. Su carrera se descarriló poco antes de los Juegos Olímpicos de Tokio después de que dio positivo por consumo de marihuana, pero se ha recuperado por completo este año.
Y Dallas honró al atleta este mes con dos reconocimientos importantes.
Su antigua escuela secundaria le puso su nombre a la pista donde corría en competencias, y la ciudad designó el 10 de noviembre como el “Día de Sha’Carri Richardson”.
Richardson salió del armario en 2015 cuando tuiteó: “Mi familia sabe que soy bisexual”.
Cuando ganó el campeonato mundial de 100 metros en Budapest a principios de este año, dijo a los periodistas: “En entrevistas anteriores mencioné que no he vuelto, que estoy mejor. Voy a mantenerme humilde, no he vuelto, estoy mejor y seguiré siendo mejor”.
“Nunca te rindas, nunca permitas que los medios o personas externas definan quién eres. Lucha siempre. Nunca te pierdas de vista. Tendrás días buenos y días malos, pero siempre tendrás el mañana”.
En la ceremonia de la renombrada pista de la escuela secundaria, ella continuó con su tema de esforzarse siempre por mejorar.
“Veo a esa niña que estaba aquí en Kincade. Le dije a mi mamá que quiero ser genial. Les dije a mis padrinos que quiero ser mejor. Le dije a mi familia que quiero cuidar de ellos y, al estar aquí en este momento, poder mirar hacia atrás y ver que puedo hacer eso y más, no quiero parar”.
“Tuve un momento que podría haberme aplastado sin medida, pero en ese momento elegí mejor. Elegí ser más sabio. Elegí permitir que ese momento me construyera”.
