Un padre enfurecido subió al escenario y golpeó a un comediante después de que el comediante dijera en las redes sociales que el hijo de tres meses del hombre crecería para chupar “polla negra”.
El conflicto comenzó cuando Alberto Pugilato, residente de Madrid, España, y autoidentificado activista del Partido Nacionalista Español anti-LGBTQ+, publicó una imagen de él y su hijo en X, escribiendo “Orgullo y alegría”. El comediante Jaime Caravaca comentó la publicación del padre escribiendo: “Nada ni nadie puede evitar la posibilidad de que sea gay y cuando crezca se canse de chupar vergas negras”.
“Y trabajadores negros, nada de futbolistas”, añadió el comediante, “Qué sabio es el tiempo, hay que esperar”.
Rápidamente el padre comentó vía X: “Te aseguro que te vas a disculpar por lo que dijiste sobre mi hijo de 3 meses y descubrirás que la vida real no es Twitter”.
Luego, el comediante eliminó su comentario, pero el padre tomó una captura de pantalla y lo volvió a publicar en X, escribiendo: “Eliminó el tweet, pero lo capturé, lo imprimiré y lo llevaré a un monólogo para que podamos reírnos”. persona.”
El video de la actuación nocturna del comediante el 3 de junio muestra a Pugilato, un hombre musculoso, subiendo al escenario durante la rutina de Caravaca y dándole un puñetazo al comediante en la cabeza.
El comediante tropieza con un asiento en un rincón mientras le grita: “¿Crees que mi hijo iba a comerse la polla de un hombre negro? ¿A los 3 meses? ¿Ahora que? Dímelo en la cara, aquí y ahora”.
El padre se disculpó con las personas que lo confrontaron en el escenario, llamando repetidamente al comediante “basura” y diciendo que había hecho un comentario sexual sobre su hijo pequeño.
Más tarde, el comediante le dijo a la audiencia que había recibido amenazas de muerte por su publicación en las redes sociales.
En una publicación del 4 de junio en X, el comediante escribió: “Después de lo sucedido, lo que pretendía ser una broma finalmente fue un comentario desafortunado y nada apropiado de mi parte. Mis disculpas a cualquiera que se sienta afectado. Dejemos de lado la violencia y dejemos un mundo bueno para que la gente crezca libre”.
El padre respondió escribiendo: “Acepto tus disculpas, Jaime. Defiendo la libertad de expresión de la misma manera que defiendo el derecho a responder. No les deseo ningún daño y espero que esto ayude a otros a comprender que los niños son sagrados. Mis mejores deseos.”
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