Un poco de contexto, para aquellos que no están familiarizados con La cosa real (una categoría que nos incluía hasta principios de esta semana). Se trata de una reposición de la obra del célebre dramaturgo británico Tom Stoppard, más famoso recientemente por su obra de 2020 Leopoldostadtque fue un éxito tanto en el West End como en Broadway, y que ganó el Premio Olivier a la Mejor Obra Nueva y el Premio Tony a la Mejor Obra. La cosa real es una de las primeras obras de Stoppard y es una obra en la que, bueno, en realidad no sucede gran cosa, pero no dejes que eso te desanime, ya que es una de las piezas de teatro más fascinantes que hemos visto.
En la primera escena, Max (Oliver Johnstone) y Charlotte (Susan Wokoma) nos presentan en su casa. En la escena inicial, Max acusa a Charlotte de tener una aventura, pero no todo es lo que parece. Pronto se descubre que estamos viendo una obra dentro de otra, un engaño que este espectáculo utiliza más de una vez. Pronto conocemos al dramaturgo Henry (James McArdle), que ha escrito la obra que protagonizan los dos y que es la pareja real de Charlotte, y luego a la actriz Annie (Bel Powley), que está casada con Max. A lo largo de dos horas y media, empezamos a ver algunos paralelismos entre lo que sucede dentro y fuera del escenario.
Como dijimos, no suceden muchas cosas durante el programa; la atención se centra principalmente en Max y Annie. Vemos a Max escribiendo y haciendo una aparición especial en Desert Island Discs, y vemos a Annie involucrada en varios trabajos de actuación y apoyando una causa política que le interesa. La cosa real Es un estudio de personajes impresionante: realmente aprendemos mucho sobre estas personas, cómo ven el mundo, qué los motiva y sus conflictos internos.
También ofrece algunas perspectivas reveladoras sobre una variedad de temas, incluido el arte de escribir teatro en sí: ¿puede una obra ser buena simplemente por decir algo importante? ¿Puede ser deseable solo si está escrita con arte? Es un momento meta en una obra llena de ellos: la elegante coreografía de los tramoyistas que bailan es otro de esos momentos, que también es maravillosamente cómico.
Disfrutamos de nuestra velada con La cosa real – Es una obra sutil que quizás no diga mucho, pero que sin duda dice muchísimo. Se centra más en los personajes y sus conversaciones, que son fascinantes y muy atractivas de ver.
SentidoG le da la nota real a The Real Thing – 4/5
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