Las preocupaciones sobre si sus hijos podrán tener hijos propios algún día parecen afectar las actitudes de los padres hacia la posibilidad de que sus hijos se declaren lesbianas, gays o bisexuales, según una nueva investigación.
Las investigadoras Danielle J. DelPriore, Olivia Ronan y Pamela Lantz de la División de Educación, Desarrollo Humano y Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de Pensilvania en Altoona publicaron los resultados de un trío de estudios en Archivos de comportamiento sexual allá por julio.
“Los padres suelen reaccionar negativamente cuando un niño revela su orientación sexual minoritaria”, escribió el equipo. “Proponemos que la negatividad de los padres en este contexto puede estar condicionada por preocupaciones evolutivas con respecto a los resultados reproductivos de sus hijos”.
Para poner a prueba su hipótesis, DelPriore y los demás investigadores llevaron a cabo tres estudios. En el primero, los investigadores encuestaron a un grupo de 386 padres cisgénero y heterosexuales, compuesto por 192 madres y 194 padres; todos ellos tenían hijos menores de seis años. Las encuestas midieron el grado de preocupación de los padres por la probabilidad de que sus hijos se reprodujeran (es decir, de tener hijos biológicos propios) junto con sus actitudes hacia la posibilidad de que sus hijos se declararan homosexuales, lesbianas o bisexuales.
Los investigadores descubrieron que las preocupaciones sobre la capacidad de reproducción de sus hijos estaban significativamente asociadas con las actitudes negativas de los padres hacia la hipótesis de que sus hijos se declararan no heterosexuales. Los padres que tenían mayores preocupaciones sobre la posibilidad de que sus hijos pudieran tener hijos biológicos propios y aquellos que creían que los no heterosexuales enfrentan desafíos reproductivos significativos eran más propensos a expresar opiniones negativas sobre la declaración de sus hijos.
Otros dos estudios independientes analizaron si proporcionar a los padres información sobre las opciones reproductivas de las personas LGB podría influir en sus actitudes hacia la orientación sexual de sus hijos. El primero se centró en 327 madres heterosexuales cisgénero con niños pequeños menores de seis años, mientras que el segundo se centró en 279 padres heterosexuales cisgénero. En ambos estudios, los padres se dividieron en dos grupos. A uno se le dio un artículo para leer que enfatizaba la accesibilidad de procedimientos como la fertilización in vitro (FIV), mientras que el otro leyó un artículo no relacionado con cuestiones reproductivas. A continuación, se les dieron a los padres las mismas encuestas que al grupo del estudio inicial.
Los investigadores descubrieron que tanto las madres como los padres con más información sobre las opciones reproductivas disponibles para las personas lesbianas, gays y bisexuales eran significativamente menos propensos a expresar negatividad acerca de la posibilidad de que sus hijos salieran del armario.
Los estudios sugieren que, para algunos padres, es posible cambiar las actitudes negativas que tienen con respecto a que sus hijos se declaren homosexuales. Cuando los padres comprenden que las personas LGB pueden tener hijos biológicos propios, parece que es menos probable que reaccionen negativamente ante la declaración de sus hijos.
Cabe destacar que la investigación llega en un momento en que la FIV, el método más común de reproducción asistida, ha ganado atención nacional a raíz del fallo sin precedentes de la Corte Suprema de Alabama de febrero que efectivamente prohibió el tratamiento en el estado.
El candidato republicano a la vicepresidencia, JD Vance, fue uno de los 47 senadores republicanos que votaron en contra de la “Ley de Derecho a la FIV”, que habría garantizado el acceso a la FIV y otras formas de tratamiento de fertilidad asistida en todo el país.
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