El uso del condón ha alcanzado un mínimo histórico en el Reino Unido, según nuevas estadísticas, a pesar de que el aumento de las ITS ha dejado a los servicios de salud sexual “al límite” en el país.
Johnnies, condones, guantes de amor… como quiera que los llamemos, los condones son la única forma de anticoncepción que puede prevenir las infecciones de transmisión sexual, el VIH y el embarazo. Y a pesar de que ese pequeño boleto para viajar (si nos entiende) es aún más delgado y tiene menos probabilidades de inhibir la sensibilidad en estos días, solo el 15% de las personas han comprado condones este año.
Según las nuevas estadísticas de Durex sobre el uso del preservativo en el Reino Unido, las personas sexualmente activas del país tienen menos probabilidades de comprar preservativos en comparación con el resto del mundo (28%). Esto sitúa al Reino Unido en el puesto 33 de los 36 países encuestados sobre el uso del preservativo durante el último año.
Solo el 11% de los encuestados admitió usar siempre preservativo, lo que resulta alarmante dado el aumento de infecciones de transmisión sexual en el país. La situación no pinta bien para los británicos en la cama.
Quienes optaron por no comprar condones citaron una falta percibida de sensación (16%), falta de espontaneidad (14%) y la idea de que arruinaban el estado de ánimo (13%) como razones para no querer usarlos.
La experta sexual Alix Fox comentó sobre los resultados: “Las estadísticas sobre lo sorprendentemente bajo que es el uso del condón en el Reino Unido me preocupan profundamente.
“Es hora de que el Reino Unido cambie su mentalidad y sus métodos, haciendo que el abandono de los condones sea cosa del pasado y avanzando hacia un futuro en el que estén mejor protegidos”.
A principios de este año, la Asociación de Gobiernos Locales (LGA) reveló que más del 75% de los concejos vieron un aumento en los casos de gonorrea y sífilis desde 2017. También ha habido aumentos en los casos de clamidia en el 36% de las áreas de las autoridades locales.
Según la Fundación LGBT, los hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres siguen siendo uno de los grupos con mayor número de casos de ITS en el Reino Unido.
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