La recién elegida líder irlandesa, Catherine Connolly, ha prometido ser una “presidenta inclusiva para todos”.
El izquierdista independiente obtuvo el 63 por ciento de los votos de primera preferencia la semana pasada y se convertirá en el décimo jefe de Estado de la República de Irlanda, sucediendo a Michael D. Higgins, que ha cumplido el máximo permitido de dos mandatos en el cargo. El resultado fue anunciado desde el Castillo de Dublín.
Hablando en irlandés e inglés, Connolly dijo: “Seré una voz por la paz, una voz que se base en nuestra política de neutralidad, una voz que articule la amenaza existencial que plantea el cambio climático”.
También prometió defender a quienes no tienen voz. “Nuestro público y nuestra democracia necesitan un cuestionamiento constructivo. Juntos, podemos dar forma a una nueva república que valore a todos, que valore y defienda la diversidad y que tenga confianza en nuestra propia identidad”.
Catherine Connolly apoyó el matrimonio igualitario LGBTQ+
Aunque el cargo de presidente es principalmente ceremonial, Connolly ha sido una defensora de los derechos reproductivos, la justicia social y la neutralidad y se comprometió a luchar contra el “racismo, la intolerancia y la violencia”, que, según dijo, “no tienen cabida en nuestra sociedad”.
Apoyó el matrimonio igualitario y la legislación para ignorar los delitos históricos por actividad sexual consensuada entre hombres.
Una declaración en su sitio web decía: “Hice campaña a favor del matrimonio igualitario en Galway y me he pronunciado en el Dáil (la cámara baja del parlamento irlandés) a favor de los derechos LGBTQ+ en el extranjero y en casa, incluso en apoyo de la Ley de Reconocimiento de Género y en contra de la terapia de conversión. Incitar al miedo y al odio hacia la comunidad LGBTQIA es aborrecible”.
Hablando de la legislación, dijo: “Su objetivo es prever el desprecio de ciertas condenas penales que surgieron… a lo largo del siglo XIX y, de hecho, una ley que se remonta al siglo XVII, así como el Common Law. No tenía nada que ver con la justicia o la equidad. Era homofobia en su peor expresión y un conjunto de valores que no tenían nada que ver con el amor entre dos personas.
“Ya es hora de que nos deshagamos de ella. No sólo estamos reconociendo la injusticia, sino que estamos estableciendo un proceso que nos permitirá deshacer esa injusticia y lograr finalmente justicia”.
“Necesitamos una sociedad inclusiva”
La nueva presidenta también ha expresado su apoyo a la comunidad trans y no binaria.
Cuando se le preguntó cuál era su posición respecto de la “ideología de género”, respondió: “Necesitamos una sociedad inclusiva. No necesitamos división, no necesitamos un lenguaje para dividir”.
“Trabajé como psicólogo clínico y me formé en Inglaterra. Conozco el dolor y el sufrimiento que atraviesa alguien cuando siente que no pertenece al género correcto. Sé que es un proceso doloroso, muy doloroso, y es algo que no comentaré a la ligera.
“Pero diré que, antes de mi época y fue un buen acto, el gobierno aprobó la Ley de Reconocimiento de Género, y es ley que una persona mayor de 18 años puede decidir cambiar su género y registrarse en consecuencia”.
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