Un manifestante que se oponía a una biblioteca en Cork, Irlanda, que almacena libros LGBTQ+ ha sido arrestado por cargos relacionados con informes de presunto acoso.
El sábado (26 de agosto), un hombre fue arrestado y detenido en la estación de Garda después de entregarse en la estación de Bridewell Garda en Cork.
El hombre se entregó después de que Gardaí asistiera a su domicilio ese mismo día, en un momento en el que no estaba en casa. Desde entonces ha sido puesto en libertad y “ahora se preparará un expediente para el director de procesamiento”, dijo Gardaí al Irish Examiner.
Se cree que la persona arrestada ha estado involucrada en protestas contra el almacenamiento de libros LGBTQ+ en la biblioteca de la ciudad de Cork.
En marzo, el Ayuntamiento de Cork confirmó que el personal de su biblioteca Grand Parade había sufrido intimidación y abuso por parte de personas que se oponían a los libros que contenían temas e historias LGBTQ+. Según los informes, el personal recibió insultos como “pedófilo” y “peluquero”, y los manifestantes destruyeron libros LGBTQ+, incluida una copia del libro de Juno Dawson. Este libro es gay.
A pesar de la intimidación que enfrentaron, el personal de la biblioteca confirmó que la literatura LGBTQ+ se mantendría en los estantes y, en junio, aproximadamente 400 personas se manifestaron frente a la biblioteca de la ciudad de Cork en apoyo al personal que había sufrido abusos e intimidación.
Al mismo tiempo tuvo lugar una contraprotesta anti-LGBTQ+, a la que asistieron menos de 20 personas.
A finales de julio, la biblioteca de Cork se vio obligada a cerrar temprano por razones de seguridad pública y del personal antes de una manifestación planificada por manifestantes anti-LGBTQ+.
La histeria de la derecha por los libros LGBTQ+ para jóvenes ha comenzado a extenderse a Irlanda desde Estados Unidos, donde las prohibiciones de materiales de lectura se están volviendo inquietantemente comunes y los profesores se enfrentan a la censura por leer dichos libros a los alumnos.
Algunos grupos de padres también han pedido que se prohíban libros que traten temas de raza e historia y, en una escuela de Florida, se prohibió una novela gráfica que contaba la historia de Ana Frank después de que un grupo de padres expresara su preocupación al respecto.