El gobierno de Nueva Gales del Sur (Nueva Gales del Sur) en Australia se ha comprometido a impulsar sus planes para introducir una prohibición de la terapia de conversión.
Los grupos de defensa LGBTQ+ temían que los planes para introducir legislación sobre esta práctica traumática, prometidos por el gobierno de Nueva Gales del Sur a principios de este año, se retrasaran o se congelaran.
Esos temores se vieron reforzados por el Lobby Cristiano Australiano (ACL), que dijo a sus miembros la semana pasada que los planes para la prohibición habían sido “puestos en pausa”, informa el Sydney Morning Herald.
En un correo electrónico a sus miembros, visto por la publicación, la directora general de ACL, Michelle Pearse, afirmó que el grupo había realizado más de 8.000 llamadas a parlamentarios para pedirles que reconsideraran la prohibición de la terapia de conversión.
Las afirmaciones provocaron temores entre los grupos de sobrevivientes de la conversión gay, que escribieron al fiscal general de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, pidiendo al gobierno que impulsara la prohibición de la terapia de conversión lo antes posible.
“Estamos especialmente preocupados de que el lobby cristiano australiano se haya atribuido el mérito de retrasar el progreso de las reformas”, decía la carta.
“Prohibir las prácticas de conversión debería tener como objetivo proteger la salud y el bienestar de las personas LGBTQ ante todo, no apaciguar a quienes buscan perpetrar esas prácticas a expensas de la salud y el bienestar de las personas LGBTQ”.
Ahora, un portavoz de la oficina del primer ministro de Nueva Gales del Sur ha confirmado que las leyes que prohíben las prácticas de conversión gay se presentarán al parlamento antes de fin de año, informa ABC.
Esta es una noticia particularmente prometedora, ya que anteriormente se informó que las leyes no se introducirían hasta 2024.
“El Partido Laborista se comprometió electoralmente a prohibir las prácticas de conversión LGBTQ+, la consulta fue el primer paso para desarrollar nuestro propio proyecto de ley y presentarlo al Parlamento; esto sucederá a finales de año”, dijo un portavoz del gobierno.
Si bien Anna Brown, directora ejecutiva de Equality Australia, acogió con satisfacción la promesa del gobierno de introducir la legislación antes de fin de año, advirtió que dicha legislación debe ser sólida y exhaustiva.
“Cualquier plan para poner fin a las prácticas de conversión sólo será eficaz si incluye todas las prácticas que buscan cambiar o suprimir la orientación sexual o la identidad de género de una persona, incluidos los entornos sanitarios y religiosos”, afirmó.
Nueva Gales del Sur está siguiendo los pasos de Victoria, Queensland y ACT, que ya han introducido prohibiciones de la terapia de conversión gay.