Los paramilitares de Nigeria arrestaron a 76 personas por asistir a una fiesta de cumpleaños para personas homosexuales, que creían que iba a convertirse en una boda entre personas del mismo sexo.
Como la mayoría de los países de África, Nigeria aplica una serie de leyes contra los homosexuales. Proscribe la homosexualidad, que se castiga con hasta 14 años de prisión, o 10 años para los cómplices.
Según la ley sharia en el norte de Nigeria, la homosexualidad se castiga con la muerte, aunque tal sentencia nunca se ha aplicado.
También están prohibidos el matrimonio homosexual, las relaciones entre personas del mismo sexo y los grupos de derechos de los homosexuales.
Al comentar sobre el arresto de esta semana, Buhari Saad del Cuerpo de Seguridad y Defensa Civil de Nigeria (NSCDC) explicó que la agencia había recibido un aviso sobre una supuesta “fiesta gay” en el estado de Gombe, en el norte de Nigeria, el sábado (21 de octubre), a la que asistieron “homosexuales y proxenetas”.
Saad señaló, según Reuters, que 59 hombres han sido arrestados, 21 de los cuales confesaron ser homosexuales, y 17 mujeres.
“Detuvimos a 76 presuntos homosexuales… mientras celebraban una fiesta de cumpleaños organizada por uno de ellos que se iba a casar con su novia en el evento”, afirmó Saad.
Un comunicado del NSCDC decía que creían que el organizador de la fiesta de cumpleaños había planeado incorporar una boda al evento y casarse con otro hombre esa noche.
Se espera que el caso sea visto en el Tribunal Superior del estado de Gombe este martes (24 de octubre).
Este arresto masivo se produce poco después de que la policía nigeriana allanara una boda gay el mes pasado en el estado de Delta del país, arrestando a más de 200 personas antes de procesar a 69 sospechosos.
Estos sospechosos finalmente fueron puestos en libertad bajo fianza y se les ordenó firmar un registro una vez al mes hasta su próxima audiencia.
Tras el arresto inicial, las autoridades hicieron desfilar a los sospechosos ante espectadores y periodistas.
El portavoz de la policía, Bright Edafe, dijo a los medios locales en ese momento: “Estamos dando a conocer esto al mundo, especialmente a los nigerianos, que estamos en África y no podemos copiar la cultura occidental porque no tenemos la misma estructura y tradición”.
Amnistía Internacional condenó las detenciones, calificándolas de violación de “una serie de derechos humanos” y de “caza de brujas”.
Su declaración decía: “En una sociedad donde la corrupción es rampante, los agentes del orden y otros miembros del público utilizan cada vez más la ley que prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo para acosar, extorsionar y chantajear a las personas. Esto es inaceptable.”