El Papa Francisco ha afirmado que las personas trans podrán ser bautizadas y actuar como padrinos o testigos del matrimonio en las mismas condiciones que cualquier otro adulto.
En respuesta a la dubia (también conocida como solicitud de claridad del Vaticano), el pontífice confirmó que los adultos que se identifican como trans pueden participar en todas las prácticas católicas mencionadas anteriormente, siempre que no haya riesgo de causar escándalo.
Además, señaló, los niños y adolescentes que comienzan a identificarse como transgénero también pueden ser bautizados si están “bien preparados y dispuestos”.
Este anuncio del Papa Francisco fue sólo una respuesta a una serie de preguntas planteadas al Vaticano por el obispo José Negri de Santo Amaro, Brasil, quien no estaba seguro de la “posible participación en bautismos y bodas de personas transexuales y homoafectivas”.
En respuesta, el Papa escribió que no había “nada en la legislación canónica universal actual que prohíba” que una persona transgénero, o cualquier persona LGBTQ+, sirva como testigo en un matrimonio católico.
Además, escribió, una persona transgénero puede ser padrino “bajo ciertas condiciones” y se requiere “prudencia pastoral” para evitar el “peligro de escándalo” o confusión entre los católicos.
Si bien está lejos de ser perfecta, la aceptación vocal del Vaticano de las personas transgénero es un paso importante en la dirección correcta para la Iglesia Católica.
En respuesta a la actualización del pontífice de esta semana, la presidenta y directora ejecutiva de GLAAD, Sarah Kate Ellis, dijo en un comunicado: “La última afirmación LGBTQ del Papa Francisco envía un mensaje inequívoco a los líderes políticos y culturales de todo el mundo para que pongan fin a su persecución y exclusión de las personas transgénero.
“El Papa Francisco continúa derribando las barreras que han mantenido a los católicos LGBTQ alejados de la participación plena como miembros de la Iglesia Católica Romana y, en cambio, está pidiendo a los líderes mundiales que creen espacios acogedores para las personas LGBTQ”.
El Papa Francisco utiliza regularmente su posición para presionar por la aceptación y el apoyo de la iglesia a las personas LGBTQ+.
Apenas el mes pasado, el pontífice dijo por primera vez que las parejas del mismo sexo podrían tener sus uniones bendecidas, revirtiendo la postura de larga data de la iglesia.
En una carta a cinco cardenales que pedían claridad sobre las uniones entre personas del mismo sexo, el Papa Francisco escribió: “Cuando pides una bendición, estás expresando un pedido de ayuda de Dios, una oración para poder vivir mejor, una confianza en un padre que puede ayudarnos a vivir mejor”.
La carta agrega que el clero debe usar la “prudencia pastoral” y la “caridad pastoral” para guiar sus respuestas a las parejas del mismo sexo que solicitan una bendición.
En enero, el pontífice recordó a sus seguidores que “la homosexualidad no es un delito” y que los países que penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo son “injustos” al hacerlo.
Y, el año anterior, el Papa instó a los padres a apoyar a sus hijos con “orientaciones sexuales diferentes” y a no “esconderse en una actitud de condena”. Ese mismo mes, el Papa degradó a un arzobispo que supuestamente era responsable de un documento que había declarado que la Iglesia no podía bendecir las uniones entre personas del mismo sexo porque Dios “no puede bendecir el pecado”, una declaración que provocó una gran reacción global.