Lamentablemente, todavía hay demasiada información errónea dirigida a personas trans y no binarias al servicio de una agenda anti-trans.
Muchos de los argumentos esgrimidos para justificar la transfobia provienen de un presentimiento equivocado sobre cómo se supone que deben funcionar los humanos o de teorías de conspiración generadas a partir de estudios o informes desacreditados.
Independientemente de cómo surjan, ninguna mentira es más grande que afirmar que las personas trans no existen o no son válidas.
Hemos desacreditado solo algunos de los mitos en los que se basan los transfóbicos y las TERF (feministas radicales transexclusivas) cuando intentan explicar la existencia de personas trans y no binarias.