Samuel Miele, ex recaudador de fondos de campaña del representante gay George Santos (R-NY), se declaró culpable de fraude electrónico.
En agosto, Miele fue acusada de cuatro cargos de fraude electrónico y un cargo de robo de identidad agravado. Fue acusado de enviar correos electrónicos y hacer llamadas telefónicas solicitando donaciones para la campaña de Santos en las que supuestamente afirmó ser el exjefe de gabinete del entonces presidente Kevin McCarthy (R-CA).
Según la acusación federal, Miele admitió haber “falsificado mi identidad” ante posibles donantes en una carta de septiembre de 2022 dirigida a Santos. Miele, que ganaba el 15 por ciento de cada donación que solicitaba, se describió a sí mismo como “alto riesgo, gran recompensa en todo lo que hago”.
Como parte de su declaración del martes, Miele acordó pagar 109.171 dólares en restitución, 69.136 dólares en confiscación y un pago estipulado por separado de 470.000 dólares a un contribuyente, según ABC News. Admitió haber cobrado a tarjetas de crédito aportes a la campaña de Santos y a las campañas de otros candidatos sin autorización.
Miele será sentenciada en abril y enfrenta hasta 20 años de prisión.
Miele es el segundo ex miembro del personal de campaña de Santos que se declara culpable de cargos penales federales. El mes pasado, Nancy Marks, ex tesorera de la campaña de Santos, se declaró culpable de un cargo federal de conspiración por supuestamente presentar a la FEC nombres de donantes falsos para la campaña de Santos. Marks implicó a Santos en el plan para hacer que su segunda campaña al Congreso pareciera que tenía más apoyo financiero del que realmente tenía.
La abogada de Marcos indicó que está dispuesta a declarar contra Santos en su próximo juicio. El congresista enfrenta un total de 23 cargos federales de fraude y delitos financieros. Se ha declarado inocente de los 23 cargos. Se ha fijado una fecha de juicio para septiembre de 2024.
Santos también admitió haber inventado gran parte de su historia personal durante su campaña electoral. En julio, nuestro representante Ritchie Torres (D-NY) y otros demócratas de la Cámara de Representantes presentaron una resolución para censurar a Santos por mentir sobre su vida personal y profesional para poder ser elegido.
A fines del mes pasado, Santos sobrevivió a un intento liderado por sus compañeros republicanos de Nueva York de expulsarlo de la Cámara. Ha dicho que no tiene intención de dimitir y que buscará la reelección, aunque se enfrentará a numerosos rivales republicanos en las primarias. También enfrenta una investigación del Comité de Ética de la Cámara de Representantes. Se espera que el comité publique sus conclusiones antes de fin de año.