El Primer Ministro de Rumania ha dicho que el país no está preparado para defender los derechos LGBTQ+ de acuerdo con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Se produce después de que el TEDH dictaminara en mayo que Rumania había violado el artículo ocho del Convenio Europeo de Derechos Humanos –el derecho al respeto de la vida privada y familiar– al negarse a reconocer legalmente las relaciones entre personas del mismo sexo.
En una nueva entrevista con Europa FM, se le preguntó al primer ministro de izquierda Marcel Ciolacu qué pensaba sobre el fallo del TEDH y si Rumania consideraría ahora ampliar las protecciones para la comunidad LGBTQ+.
Ciolacu afirmó: “La sociedad rumana no está preparada en este momento para tomar una decisión. No es una de mis prioridades y… no creo que Rumanía esté preparada”.
Continuó: “No soy una persona de mente cerrada, yo… tengo amigos en una relación con un hombre, no tengo ningún problema con eso, estoy hablando ahora desde el punto de vista de un primer ministro”.
Ciolacu añadió que no creía que fuera la última vez que Rumania no hiciera cumplir las sentencias del TEDH.
Aunque Rumania despenalizó la homosexualidad en 2001, aún no ha legalizado el matrimonio o las uniones civiles para parejas del mismo sexo.
En la investigación del TEDH sobre el fracaso de Rumania en reconocer a las parejas del mismo sexo, se determinó que la oposición social al matrimonio entre personas del mismo sexo en Rumania no debería anular el derecho de las parejas del mismo sexo a que sus relaciones sean reconocidas legalmente.
La investigación surgió de las denuncias presentadas por 21 parejas rumanas diferentes ante el TEDH, argumentando que no había forma de salvaguardar legalmente sus relaciones debido a la falta de reconocimiento del país.
Cada una de las parejas había notificado a sus oficinas de registro locales expresando su intención de casarse, pero sus solicitudes fueron rechazadas en virtud de un artículo que define el matrimonio como entre un hombre y una mujer.
Sus solicitudes también fueron rechazadas en virtud de un artículo separado que establece que el matrimonio entre personas del mismo sexo está “prohibido” en Rumania.
A principios de este año, IGLA-Europa le dio a Rumania solo un 18 por ciento en derechos LGBTQ+, lo que la convierte en uno de los peores lugares para los derechos LGBTQ+ en Europa.
El año pasado, los legisladores rumanos fueron criticados cuando el gobierno presentó un proyecto de ley de “propaganda” LGBTQ+, que prohibiría el uso en las escuelas de materiales que “promuevan” el hecho de ser homosexual.
Según la Encuesta Mundial de Valores realizada entre 2017 y 2020, tres cuartas partes de la población creen que la homosexualidad “no es justificable”.
Una encuesta del Pew Research Center realizada entre 2015 y 2016 arrojó resultados similares: el 85 por ciento de los encuestados estuvo de acuerdo con la afirmación: “La sociedad no debe aceptar la homosexualidad”.