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Esteban Rico

Rusia declara “movimiento público LGBT internacional”, que no existe, grupo extremista

La corte suprema de Rusia ha declarado ilegal el activismo LGBTQ+, en la culminación de una continua represión contra la comunidad.

La declaración del tribunal superior del país prohíbe efectivamente el activismo LGBTQ+ al calificar de “extremistas” lo que llama el “movimiento público LGBT internacional”, que en realidad no existe.

En noviembre, el Ministerio de Justicia de Rusia presentó una solicitud a la entidad inexistente sin definir qué significaba realmente el término.

Argumentó que las autoridades habían identificado “signos y manifestaciones” de personas LGBTQ+, que afirmaban ser parte del movimiento, que eran de “naturaleza extremista” que incluía lo que describe como una “incitación a la discordia social y religiosa”.

No hay pruebas de estas afirmaciones.

El fallo se dictó menos de un mes después, tras una audiencia a puertas cerradas sin ningún acusado presente de la entidad vagamente definida.

Podría dejar a todos los ciudadanos rusos que se identifican como LGBTQ+ en peligro de sufrir largas penas de prisión, si se los considera parte del llamado movimiento.

Leyes de ‘propaganda gay’ que silencian a las personas LGBTQ+ en Rusia

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Grupos de derechos humanos en Rusia y más allá han condenado ampliamente la declaración como otro ejemplo de prejuicio generalizado en el país ampliamente homofóbico.

Igor Kochetkov, director de la Red LGBT rusa, dijo que el fallo significa que el activismo queer será efectivamente imposible en el futuro.

Además, el abogado de derechos humanos y activista LGBTQ+, Max Olenichev, dijo a Associated Press: “En la práctica, podría suceder que las autoridades rusas, con este fallo judicial en la mano, lo apliquen contra las iniciativas LGBT+ que funcionan en Rusia”.

El fallo se produce tras años de ataques a los derechos LGBTQ+ en Rusia, incluida una serie de leyes homofóbicas. En 2013, el país adoptó una legislación que censuraba lo que describió como “propaganda gay”, que definió vagamente como contenido que respaldaba “relaciones sexuales no tradicionales” con niños.

Desde entonces, la ley se ha ampliado con enmiendas que prohíben el matrimonio entre personas del mismo sexo, además de ampliar las normas de censura al contenido para adultos.

Rusia también ha implementado leyes que prohíben los procedimientos de afirmación de género para personas trans y prohíbe lo que describió como “intervenciones médicas destinadas a cambiar el sexo de una persona”.

En declaraciones a Reuters, el activista LGBTQ+ Alexei Sergeyev describió el último acontecimiento como muy alarmante y añadió que “no recuerda que la amenaza haya sido alguna vez tan grave y real”.