Alex Jenny habla de su vida en una “fantasía queer”, la dinámica entre ser drag y ser terapeuta y los problemas que aquejan a la comunidad trans.
“Durante mucho tiempo tuve vello facial, llevaba barba y todavía proclamaba con orgullo que era una mujer trans”, comparte Alex.
“No siempre necesito salir a un mundo cis y heteronormativo. ¡La gente debería trabajar para venir a mi mundo! Mi fantasía de utopía queer y trans”, añade, señalando que su drag le permite manifestar “esa fantasía en su vida real”.
Sin embargo, cuando estaba en la escuela de posgrado, estudiando para ser terapeuta y trabajadora social, pensó que necesitaba mantener esas partes de su vida “separadas”. Sin embargo, en realidad aprendió lo contrario y pudo adaptar su drag a otras áreas de su carrera.
“He descubierto que, en realidad, existe una unión realmente hermosa entre lo que significa para mí ser drag y también ser terapeuta. Puedo aceptar todas las diferentes partes de mí”, reflexiona Alex.
“Creo que uno de los mayores desafíos que enfrentan las mujeres trans en este momento es definitivamente la misoginia trans que estamos viendo”, agrega.
“Las mujeres trans siguen siendo vistas como perpetradoras de violencia o depredadoras potenciales. Realmente necesitamos deshacer lo que definimos como feminidad. Los estándares que tenemos que afrontar para no afrontar la violencia son muy, muy altos”, detalla.
“Tenemos que mostrar un tipo de feminidad que nos mantenga seguras y que la gente se sienta cómoda, y creo que realmente debemos luchar contra eso”.
A través de su trabajo, Alex está “cambiando su cuerpo” para sí misma, no para complacer a nadie más.
“No voy a cambiar mi cuerpo para que se parezca a la idea que alguien más tiene de una mujer. Necesitamos centrarnos menos en estos estándares de belleza imposibles para las mujeres, punto, y centrarnos en permitir que las mujeres y todos en este mundo se expresen”.