La terapia de reemplazo hormonal (TRH) es, para muchas personas trans y no binarias, un gran paso en la transición, pero el proceso puede ser complejo y confuso.
Si bien el objetivo de la TRH es ayudar a una persona a sentirse más cómoda con su cuerpo y ayudarle a expresar su verdadera identidad de género, el tratamiento puede tener muchos efectos secundarios sutiles que pueden no ser evidentes de inmediato.
Hablando como mujer trans sobre hormonas, las primeras semanas pueden parecer increíbles, pero también como un latigazo emocional. Las hormonas cambian la forma en que puedes manejar ciertas emociones o sentimientos y, fundamentalmente, cambian tu perspectiva de maneras interesantes.
Estas son sólo algunas de las cosas que desearía haber sabido antes de comenzar la terapia de reemplazo hormonal.
La TRH es un proceso
Si alguna vez ha tomado algún medicamento a largo plazo, sabrá que no es tan simple como una receta única, sino que implica muchas sesiones de seguimiento y cambios frecuentes en la dosis.
Las hormonas no son diferentes. Una parte integral de la TRH es controlar sus niveles hormonales y ver cómo responde su cuerpo. Esto es especialmente importante para ayudar a prevenir cualquier daño hepático interno.
La etapa inicial del tratamiento hormonal implica tomar una dosis baja y pasar gradualmente a una prescripción más adecuada. Puede parecer frustrante, pero estas cosas llevan tiempo.
También es útil aprender a medir sus niveles hormonales una vez que recibe los resultados de su análisis de sangre, especialmente si recibe atención médica privada, ya que comprender mejor sus niveles puede ayudarlo a informarse sobre los próximos pasos.
