Una pareja de lesbianas planea demandar a una cadena de casinos australiana después de que supuestamente fueron expulsadas y arrestadas por besarse.
Sharon Cosgrove, de 59 años, estaba con su pareja en el bar del casino Crown en Victoria cuando afirma que los guardias de seguridad atacaron a la pareja por unos “besos ligeros”.
En una denuncia ante la Corte Suprema presentada en diciembre, alega que, después de besar a su pareja del mismo sexo, fue sujetada a la fuerza, esposada y arrestada durante la cita de 2019.
Inicialmente, los guardias de seguridad le pidieron a la pareja que se fuera después de que afirmaran que estaban “ebrios”, lo que, según la denuncia legal, era falso.
“(La orden de irse) se emitió en verdad sobre la base de la discriminación sexual contra dos lesbianas que se besaban y tocaban levemente”, afirman además los documentos judiciales.
Poco después, Cosgrave alegó que los agentes de seguridad “continuaron acosando” a la pareja antes de que fueran “totalmente inmovilizados” con “fuerza excesiva” y supuestamente puestos bajo custodia.
Crown confirmó al Herald Sun que “defendería este asunto”.
A una pareja de lesbianas les dijeron que se sentaran y se callaran
Mientras estaban bajo custodia, la denuncia afirma que inicialmente el sargento de fianzas fijó la liberación de la pareja, pero supuestamente fueron devueltas después de que Cosgrave se quejara del trato que recibía.
“Como resultado de la denuncia, el sargento de fianzas determinó que (Cosgrove) ya no sería liberado del Centro de Custodia”, continúa la denuncia. “Ordenó que la devolvieran a una celda”.
Luego, supuestamente, agentes que trabajaban para G4S, una empresa de seguridad también mencionada en la denuncia, le dijeron que “se sentara y se callara”.
La demanda busca daños y perjuicios tanto de Crown como del Estado de Victoria debido al presunto trato que la pareja recibió por parte de los agentes de la policía de Victoria.
También solicita daños y perjuicios por múltiples lesiones reclamadas, incluida una fractura en el pie, que según Cosgrove fue aplastada por la puerta de la celda de la prisión, hematomas en hombros, brazos y muñecas, así como angustia mental que incluye humillación y vergüenza.
“Nadie merece ser perfilado, acosado y agredido en público por su orientación sexual”, dijo el abogado de responsabilidad pública, Oliver Robertson, en un comunicado.
“Alegamos que el trato perjudicial y nocivo al que fue sometido mi cliente ha causado daños físicos y psicológicos irreparables.
“Es comprensible que estos eventos hayan disminuido su confianza en las autoridades que pretenden mantener segura a la comunidad. Esto nunca debería haber sucedido”.
En declaraciones al Herald Sun, Crown, la Policía de Victoria y G4S dijeron que sería inapropiado comentar sobre el asunto.
