La ex navegante trans de la RAF Caroline Paige, quien es la primera oficial abiertamente trans en servir en las Fuerzas Armadas del Reino Unido, recibió los Honores de Año Nuevo 2024.
Paige, que sirvió en la RAF durante 35 años, se convirtió en MBE tras su trabajo para apoyar a los veteranos LGBTQ+.
La mujer de 64 años dedicó su premio a quienes habían ayudado a “generar cambios” en las Fuerzas Armadas.
Le dijo a BBC Look North: “Estamos viendo cambios increíbles para los veteranos. Estamos trabajando estrechamente con todas las Fuerzas Armadas y ellas también están muy interesadas en mostrar su apoyo”.
Paige se unió a la RAF en 1980, antes de su transición, como Fast Jet y Battlefield Helicopter Navigator. Hizo la transición en 1999 y sirvió otros 16 años, convirtiéndose en la primera oficial transgénero en servir abiertamente en las Fuerzas Armadas Británicas.
La prohibición del Reino Unido de que personas homosexuales y bisexuales sirvieran en el ejército se levantó en 2000 y se amplió a los miembros trans en 2014.
Paige, antes de su transición, dijo que era consciente del peligro de ser descubierta.
“Si te descubrieran, todo se derrumbaría, te sacarían inmediatamente (de las Fuerzas Armadas). De la noche a la mañana, perderías tu trabajo, tus ingresos, tus amigos, tu alojamiento y tu familia en la mayoría de los casos.
“Tenía un trabajo increíble en aviones de combate, pero todo el tiempo tenía que ocultar quién era”.
Siguiendo sus propias experiencias, Paige creó la organización benéfica Fighting With Pride.
Ella dijo: “Las organizaciones benéficas de las Fuerzas Armadas a las que acudieron no los apoyaron porque fueron despedidos en desgracia.
“Han vivido con eso, se les ha hecho sentir avergonzados de sí mismos o se les ha dicho que habían avergonzado a su regimiento, a su barco o a su escuadrón”.
En 2017, Paige estuvo entre las mujeres celebradas en una impresionante fotografía que conmemora los 100 años de mujeres en el ejército..
Ella dijo en ese momento: “Ser el primer oficial abiertamente transgénero fue muy difícil, porque en 1999 el ejército era un lugar muy diferente a lo que es hoy.
“Siempre utilicé mi experiencia para inspirar un cambio de actitud y ayudar a que los militares sean tan abiertos e inclusivos como lo son ahora”.
