Un camarero fue despedido de Wetherspoons después de decirle a una colega lesbiana que tal vez Dios la “perdonaría”.
Thomas Richardson fue despedido por la cadena de pubs y hoteles por mala conducta grave en agosto de 2022 después de hablar con una colega en Pride Weekend sobre si Dios “perdonaría” o no a los homosexuales.
Richardson, que tenía 21 años en ese momento, intentó demandar a Wetherspoons por su despido por discriminación.
Según documentos judiciales, el ex barman había dicho que no quería que “le metieran la cosa gay en la garganta”.
Durante la audiencia, el tribunal escuchó cómo Richardson le dijo a su colega: “Dios no perdonaría a los homosexuales”.
Cuando su colega le preguntó: “¿Por qué tengo que disculparme por ser gay?”, él respondió: “Tal vez Dios te perdone”.
Los documentos también señalan que Richardson había realizado regularmente lo que él llama publicaciones “anti-despertar” en las redes sociales.
En algunas publicaciones, Richardson se quejó del movimiento Black Lives Matter y lo describió como una organización terrorista marxista que apoya la supremacía negra. En otros lugares comparó el movimiento con la Alemania nazi.
También se encontraron publicaciones en sus redes sociales pidiendo la prohibición del Islam, aunque Richardson negó que esas publicaciones fueran escritas por él.
Como resultado de los comentarios de Richardson a su colega y sus publicaciones en las redes sociales, fue despedido sin previo aviso por falta grave de conducta.
En respuesta, Richardson intentó demandar a Wetherspoons por discriminación por motivos de discapacidad y creencias religiosas.
Durante el proceso, el tribunal escuchó que Richardson, que es autista, era en general un “buen trabajador” en el pub The Queen of Iceni en Norwich, y que se había “llevado bien” con todos hasta este incidente.
Finalmente, el juez Martin Warren dictaminó que el ex camarero había sido, de hecho, culpable de falta grave y que su despido era razonable.
“Decirle a alguien que Dios lo perdonará (o no) por ser gay es acoso por motivos de orientación sexual”, afirmó.
“Es una conducta no deseada que razonablemente puede percibirse como creadora del entorno prohibido. Lo mismo puede decirse del comentario de que no queremos que nos metan en la garganta el Orgullo Gay.
“No se puede simplemente pedir a los empleados que ignoren los insultos homofóbicos porque la persona que los dice es autista”.