Manifestantes anti-trans, incluida la ex nadadora universitaria Riley Gaines, han revelado planes para boicotear la convención anual de la Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA), en un intento por exigir la prohibición de que los atletas trans compitan en eventos femeninos.
A Gaines se unirá la ex competidora de la Universidad de Pensilvania, Paula Scanlan, que alguna vez fue compañera de equipo de Lia Thomas, la primera nadadora trans en ganar un título de la primera división de la NCAA, padres, estudiantes y activistas, el jueves (11 de enero) en la convención en Phoenix. Arizona.
En la conferencia, dirigida por el Foro de Mujeres Independientes de Phoenix, la NCAA discutirá la salvaguardia de los derechos de nombre, imagen y semejanza de los estudiantes atletas.
En una entrevista con dailymail.com, Scanlan habló de ser una “sobreviviente de agresión sexual” y afirmó que la “obligaban a desnudarse delante de un hombre todos los días antes de meterse en la piscina de Penn”.
Gaines, que ha criticado ferozmente a las mujeres trans que participan en deportes femeninos, afirmando incluso que las mujeres trans tienen una ventaja en el ajedrez, dijo que la NCAA está destruyendo la igualdad de condiciones para las atletas.
“Las categorías basadas en el sexo son importantes para los deportes competitivos, al igual que las clasificaciones por edad y las categorías de peso”, dijo Gaines. “Le estamos pidiendo muy poco a la NCAA: mantener la equidad necesaria para la competencia y la seguridad”.
A pesar de las afirmaciones de Gaines, los estudios continúan demostrando que las mujeres trans no tienen ninguna ventaja sobre otras mujeres cuando compiten en deportes, si se siguen las reglas existentes.
Otros grupos que planean asistir a la protesta incluyen el Consejo Independiente sobre Deportes Femeninos, el Frente de Liberación Femenina, la Declaración Internacional de Mujeres-EE.UU., el Grupo de Trabajo de Política Deportiva Femenina, Mujeres Campeonas y Mujeres Preocupadas por América.
También planean enviar una carta al presidente de la NCAA, Charlie Baker, oponiéndose a la actual política de participación de estudiantes transgénero y atletas de la asociación, que permite a los competidores transgénero participar como lo deseen, según sus niveles de testosterona.