Una nueva ley de redes sociales de California podría perjudicar a los jóvenes LGBTQ+, según un grupo de libertades civiles en Internet. El grupo, Electronic Frontier Foundation (EFF), ha aconsejado al fiscal general de California, Rob Bonta (demócrata), que no apruebe la ley propuesta para un próximo referéndum electoral.
La ley, titulada “La Iniciativa de Sentido Común para Proteger a los Niños de California en Línea”, busca proteger a los menores de “lesiones” específicas en línea al permitir que las personas demanden a las empresas de redes sociales por $5,000 por violación, hasta $1 millón por niño, según La abeja de Sacramento.
“Correspondería a los tribunales decidir los méritos del reclamo de los padres”, explica James Steyer, director ejecutivo y fundador de Common Sense Media, una organización sin fines de lucro que brinda información sobre la idoneidad de las plataformas tecnológicas para niños. “Las empresas de tecnología han evitado cualquier responsabilidad por sus acciones con fines de lucro y es hora de cambiar eso, ya sea a través de la Legislatura o mediante las urnas”.
Pero la propuesta actualmente no enumera específicamente qué “lesiones” están cubiertas o cómo las empresas de redes sociales podrían evitar infligirlas. Esa falta de especificidad preocupa a la EFF porque les preocupa que la ley pueda usarse para censurar el contenido LGBTQ+ por considerarlo “dañino”.
En una carta a Bonta, el analista de políticas de la EFF Joe Mullin y el abogado senior Aaron Mackey escribieron que la ley propuesta viola los derechos de libertad de expresión protegidos constitucionalmente de las empresas de redes sociales y resultaría en la censura del contenido LGBTQ+.
“Por ejemplo, funcionarios electos tanto en California como en otros estados han dicho que el acceso al contenido LGBTQ+ perjudica a los niños”, escribieron Mullin y Mackey. “Las demandas probablemente impulsarían a los servicios en línea a restringir el acceso a información médica, de salud y sexual que muchos niños LGBTQ+ necesitan”.
La preocupación de Mullin y Mackey no tiene precedentes. De hecho, grupos como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) y los padres de jóvenes transgénero temen que una propuesta de ley federal similar, la Ley de Seguridad Infantil en Línea (KOSA), pueda obligar a las empresas de redes sociales a censurar el contenido LGBTQ+ para evitar posibles demandas.
Específicamente, a la ACLU y a los padres de jóvenes trans les preocupa que los fiscales generales estatales que consideran que la homosexualidad es una moda social o una forma de enfermedad mental que hace que los niños se hagan daño a sí mismos, participen en conductas sexuales riesgosas y aumenten sus riesgos de depresión, suicidio o consumo de drogas. El uso utilizaría a KOSA para demandar a las empresas de plataformas de redes sociales.
“(La ley estatal propuesta) es una propuesta equivocada e inconstitucional que restringirá el acceso de todos los californianos a la información en línea”, agregaron Mullin y Mackey.