Tom Hollander ha abordado su sexualidad después de asumir papeles gay de alto perfil en El loto blanco y Feudo.
A lo largo de su carrera, el actor británico, de 56 años, ha aparecido en películas como Orgullo y prejuicio, el piratas del Caribe franquicias y programas de televisión que incluyen El gerente nocturno y Lo grueso de esto.
A lo largo de los años, ha interpretado varios personajes homosexuales, entre los que destaca Bosie, el amante de Oscar Wilde, en El beso de Judas, Quentin en la segunda temporada de El loto blanco y el novelista, dramaturgo y actor estadounidense Truman Capote en la próxima Pelea: Capote vs. Los cisnes.
Ahora, en una entrevista con Vanity Fair, Hollander ha revelado que cree que lo han elegido para papeles homosexuales porque “aparentemente, cuando interpreto estos personajes, es creíble”.
“Por alguna razón, quién soy, quién soy como persona me permite presentarme como gay”, explicó el actor.
“Sí, a veces me presento como gay”, añadió, calificando sus propias experiencias al explorar su sexualidad como “suficientemente liberales” y “no es asunto de nadie”.
“Mi propia sexualidad es lo suficientemente liberal como para abarcar muchas experiencias diferentes, que no son asunto de nadie”, compartió.
Hollander, que dio la bienvenida a su primer hijo con su pareja de muchos años, Fran Hickman, el año pasado, reconoció la difícil situación histórica de la comunidad LGBTQ+ y señaló que, si bien sus propias experiencias no se alinean con esa “dificultad”, cree que su papel como actor es abordar estos temas con “seriedad”.
“Tienes que ser capaz de imaginar algo y hacerlo con seriedad y tomarlo en serio, abordarlo con suficiente solemnidad y plausibilidad, y luego imaginativamente ponerte en esos zapatos”, dijo, señalando que al actuar “estás Siempre fingiendo ser algo que no eres”.
En cuanto a la representación, Hollander añadió que hay “tipos de actores a los que no se les han dado suficientes oportunidades para interpretar grandes papeles”, algo que él cree que debería cambiar y que está en proceso de “mejorar”. Dicho esto, sostuvo que los actores deberían “poder interpretar cosas que no necesariamente son, porque entonces eso no es arte”.
Después de la segunda serie de El loto blanco Al emitirse, Hollander se convirtió en el centro de atención por participar en uno de los momentos más asombrosos de la franquicia: una escena de sexo gay con un giro inesperado.
Tanya, interpretada por Jennifer Coolidge, estaba husmeando en la mansión de Quentin, solo para encontrarse con él en la cama con Jack (Leo Woodall), a quien los espectadores habían hecho creer que era su sobrino.
Aunque es comprensible que los fanáticos estuvieran confundidos, Hollander elogió la escena.
“Hay fantasía y te pasa por la cabeza diciendo: ‘Espero lucir bien'”, le dijo a Variety.
“Pero cuando dicen acción, de alguna manera, y en realidad te encuentras pensando: ‘Quiero que esto sea una verdadera representación de un momento íntimo entre dos personas’. Sólo quieres hacerlo bien”.