El italiano Luca Trapanese, un padre soltero católico gay, también es un héroe, al menos para su hija Alba.
Trapanese adoptó a Alba, que tiene síndrome de Down, después de que su madre la abandonara y otras 20 familias la rechazaran.
“Cuando tenía 14 años, mi mejor amigo Diego descubrió que tenía un cáncer terminal. Cuando me enteré, decidí no separarme nunca de su lado. Fui al hospital con él, lo ayudé con su tarea y siempre estaba ahí para él cuando me necesitaba”, dijo Trapanese a la BBC después de adoptar al niño.
“Sus padres tenían que trabajar, así que la mayor parte del tiempo éramos solo nosotros dos. Me quedé con él durante toda esta experiencia terriblemente triste y dolorosa hasta el final. Aunque en ese momento éramos sólo unos niños, ambos éramos muy conscientes de la trágica situación. Diego era mi mejor amigo y haría cualquier cosa para ayudarlo. La muerte de Diego me dejó con una profunda conciencia de lo que significaba vivir con una enfermedad. Por eso comencé a trabajar como voluntario en una iglesia en Nápoles para ayudar a personas críticamente enfermas y a niños con discapacidades”.
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Trapanese y su pareja hablaban a menudo de adoptar un niño con discapacidad, pero después de su ruptura, él enfrentó aún más dificultades con el sistema legal italiano. En aquella época, a los padres solteros no se les permitía adoptar.
Tan pronto como la ley cambió en 2017, Trapanese supo que tenía su oportunidad. Le dijeron que sólo le darían un niño con una enfermedad o una discapacidad grave, pero eso no lo desanimó en lo más mínimo.
“En julio de 2017 recibí una llamada telefónica del Tribunal. Dijeron que tenían una niña para mí. Se llamaba Alba y tenía 30 días. Tenía síndrome de Down y había sido abandonada por su madre biológica. También había sido rechazada por más de 20 familias. Luché por contener mi alegría. Inmediatamente dije que sí. Corrí al hospital para recogerla. Estaba sola en una cuna diminuta. Cuando la tuve en mis brazos por primera vez, me invadió la alegría. Sentí que era mi hija de inmediato. Era la primera vez que sostenía a un bebé recién nacido. Antes de ese momento, siempre había tenido miedo, pero cuando cargué a Alba por primera vez, supe que estaba listo para ser su padre”, dijo.
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Seis años después, padre e hija están prósperos y felices. Trapanese documenta su vida en las redes sociales. Más de un millón de seguidores celebran cada hito de Alba junto con él, y se ha convertido en un popular orador público y activista de las familias queer.
“Alba tiene una personalidad muy fuerte y a veces puede ser muy testaruda. Le gustaría jugar, comer y bailar todo el día”, dijo con orgullo. “A ella le encanta estar con otras personas, así que la llevo a caminar al parque, al museo y, a veces, incluso la llevo a trabajar conmigo. A ella le encanta eso”.
“Alba revolucionó por completo mi vida. Ahora todo gira en torno a ella. Ella me trajo felicidad y una sensación de plenitud. Estoy orgulloso de ser su papá. Alba nunca fue mi segunda opción porque tiene una condición, quería que fuera mi hija. Ser padre soltero es difícil, pero tengo amigos cuyas parejas trabajan todo el día y ellos también están pasando apuros. Creo que ser padre es difícil, punto. Puedo ver un futuro para mí ahora. Pasaré el resto de mi vida con el niño que amo y haremos muchas cosas maravillosas juntos”.
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