Ante el continuo ataque de la primera ministra de extrema derecha, Georgia Meloni, a los derechos LGBTQ+ en Italia, las madres lesbianas del país han obtenido una pequeña victoria cuando un tribunal de la región del Véneto rechazó el intento del gobierno de borrar los nombres de las madres no biológicas de partidas de nacimiento de sus hijos.
En junio pasado, un fiscal estatal de Padua asociado con el partido gobernante Hermanos de Italia pidió la cancelación de 33 certificados de nacimiento que enumeraban a madres no biológicas de hijos de parejas de lesbianas. Los documentos se emitieron ya en 2017.
Las ramificaciones legales para esas madres podrían ser de gran alcance si las parejas se separan o la madre biológica muere o queda incapacitada.
En marzo pasado, el Ministerio del Interior de Meloni envió cartas a los gobiernos locales de todo el país exigiendo el fin de la práctica de incluir a los “padres” en los certificados de nacimiento, en lugar de “madre” y “padre”. Cientos de personas salieron a las calles para protestar.
Los fiscales del Ministerio del Interior de Meloni probablemente apelarán el fallo. En un caso similar en junio, un tribunal de Milán dictaminó que el certificado de nacimiento de un niño podía incluir a dos madres, pero esa decisión fue revocada en febrero.
El fallo del tribunal del Véneto es la última reprimenda al gobierno de extrema derecha de Meloni mientras continúa su presión para erosionar los derechos de los padres LGBTQ+ en el país.
“No creo en un Estado que anteponga el deseo legítimo de un homosexual de adoptar un niño al derecho de ese niño a tener un padre y una madre”, dijo Meloni en un comunicado que pretende simpatizar con el deseo de los homosexuales. convertirse en padres y al mismo tiempo lo niega.
Meloni comenzó su carrera política en 1992 como miembro del Frente Juvenil neofascista, fundado en 1946 entre los restos de los seguidores del dictador fascista Benito Mussolini. Se convirtió en líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia en 2014 y fue elegida la primera mujer primera ministra del país en octubre de 2022. Hizo de la retórica anti-LGBTQ+ una piedra angular de su campaña y de sus agendas gubernamentales.
Meloni se opone al matrimonio igualitario y califica las uniones civiles como “suficientemente buenas” para las parejas LGBTQ+.
Y aunque las uniones civiles entre personas del mismo sexo son legales en Italia desde 2016, las parejas homosexuales no tienen derecho a adoptar, un derecho al que se oponen ferozmente la Iglesia católica y el gobierno de Meloni. Además, la adopción de “hijastros” por parte de un padre gay está prohibida y la reproducción asistida médicamente, como la FIV, está limitada a parejas heterosexuales.
“Sí a la familia natural, no a los lobbys LGBT”, declaró Meloni el verano pasado.
Al igual que el presidente ruso Vladimir Putin, su aliado ideológico en el este, Meloni ha conjurado un enemigo en el llamado movimiento internacional por los derechos LGBTQ+ que ella cree que es una amenaza para el tejido moral y los valores familiares de su país.
“Es su juego. Quieren que seamos padres uno, padres dos, género LGBT, Ciudadano X… códigos”, afirmó Meloni en 2019.
“No somos códigos”, añadió. “Somos personas y defenderemos nuestra identidad”.