No aprendí sobre las personas trans mientras estaba en la escuela. Como tantas personas de mi generación y de las generaciones anteriores a la nuestra, me perdí la oportunidad de aprender sobre la rica historia de la comunidad trans y, por lo tanto, parte de la experiencia humana.
No pude conocer un grupo de personas que merecen ser humanizadas, especialmente frente a la transfobia y la adversidad. La historia trans ayuda tanto a las personas LGBTQ+ como a sus aliados a ir más allá de las narrativas médicas y nos permite ver a las personas trans como personas multifacéticas con historias ricas y complejas. Desafía los estereotipos y promueve la comprensión.
Para los jóvenes que son trans, como yo, aprender sobre la historia trans proporciona representación y visibilidad cruciales. Nos ayuda a ver que las personas trans siempre han existido y contribuido a la sociedad, y al conocer sus experiencias, luchas y logros, podemos reconocer lo que es posible.
Aprender sobre las personas trans me hace sentir más empoderada y resiliente, y conocer la fortaleza de las comunidades trans a lo largo de la historia empoderará a las generaciones actuales y futuras. Me recuerda que a pesar de la adversidad, las personas trans han hecho contribuciones significativas a la cultura, el activismo y el cambio social, lo cual es muy importante para mí porque defender el cambio social es ahora una gran parte de mi vida.
Después de la escuela, fui a la universidad y me convertí en oficial LGBTQ+. Este rol implicó organizar eventos y crear recursos sobre la inclusión LGBTQ+ para profesores. También comencé a trabajar como voluntaria como embajadora de Just Like Us, la organización benéfica para jóvenes LGBTQ+. Al ser voluntaria, puedo compartir mis experiencias en las escuelas, convirtiéndome en la representación trans que nunca tuve en mi propia clase.
Pero el cambio no tiene por qué empezar cuando dejamos la escuela. Sé que si hubiera tenido la oportunidad de aprender sobre las personas trans y la historia trans en la escuela, me habría sentido lo suficientemente empoderada para empezar antes. Los jóvenes en las escuelas tienen el poder de marcar la diferencia, ya sea abogando por políticas más inclusivas, creando espacios seguros como los grupos LGBT+ en sus comunidades escolares o simplemente educando a quienes los rodean. Pero sólo pueden hacer esto si pueden aprender sobre el mundo que los rodea, que incluye a las personas LGBT+.
Espero que la historia trans pueda enseñar a otros jóvenes, como me ha enseñado a mí, que las cosas no mejoran en un futuro nebuloso, que la gente está trabajando para hacer del mundo un lugar mejor. Que ser LGBTQ+ significa que puedes defender a tu comunidad, y que los movimientos sociales, organizados en torno a la aceptación y los derechos de las personas que hoy podrían identificarse como LGBTQ+, comenzaron como respuestas a siglos de discriminación hacia la comunidad LGBT+.
Mi viaje desde sentirme confundida y sola respecto de quién era hasta usar mi voz para defender a los demás tomó más tiempo de lo debido porque carecía de educación inclusiva. La historia trans no se trata sólo de documentar el pasado; se trata de remodelar nuestra comprensión del género, la identidad y la experiencia humana.
Casey se ofrece como embajadora voluntaria de Just Like Us, la organización benéfica para jóvenes LGBT+. ¿LGBT+ y entre 18 y 25 años? ¡Registrate aquí!
