El tema de la Semana de Concientización sobre la Salud Mental de este año enfatiza cómo el movimiento físico puede tener un impacto positivo en la salud mental.
Según la organización benéfica Mind, una de cada cuatro personas en el Reino Unido experimentará un problema de salud mental cada año. Los problemas de salud mental más comunes que enfrentan las personas son el trastorno de ansiedad general, la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Para la comunidad LGBTQ+ en particular, los datos pintan un panorama más sombrío: una investigación de Stonewall revela que más de la mitad de las personas LGBTQ+ han experimentado depresión y tres de cada cinco han lidiado con ansiedad. Uno de cada ocho jóvenes LGBTQ+ de entre 18 y 24 años intentó quitarse la vida, y casi la mitad de todas las personas trans han pensado en suicidarse.
Si bien el NHS, abrumado y con poco personal, ha visto cómo las derivaciones de salud mental se disparan a cinco millones, un 33 por ciento más que en 2019, y los altos costos de la atención de salud mental privada, es seguro asumir que muchos que enfrentan problemas de salud mental se ven obligados a enfrentar sus luchas por sí solos.
La actividad física puede mejorar la salud mental
Una forma de mejorar la salud mental y el bienestar es mediante la actividad física. Según la Mental Health Foundation, tan solo 15 minutos de actividad física pueden tener un impacto positivo en la salud mental. Investigaciones adicionales demostraron que la actividad física regular puede reducir el riesgo de depresión en un 30 por ciento; sin embargo, más de un tercio de las personas en el Reino Unido no cumplen con las pautas recomendadas para la actividad física.
En el ajetreo y el bullicio de la vida diaria, es fácil dejar de lado la actividad física, especialmente durante la jornada laboral. La actividad física no tiene por qué ser sesiones intensas de gimnasio o correr maratones, se pueden incorporar pequeñas rutinas a la jornada laboral para fomentar la actividad física.
A continuación presentamos algunas formas simples pero efectivas de mantenerse activo durante su jornada laboral, promoviendo no solo la salud física sino también mejorando su bienestar mental.
Opte por desplazamientos activos
Si es posible, considere incorporar transporte activo en su viaje diario. Ya sea caminar, andar en bicicleta o incluso patinar para ir al trabajo, elegir un modo de transporte activo agrega actividad física a su día pero también ayuda a reducir los niveles de estrés al permitirle conectarse con su entorno y disfrutar de un poco de aire fresco antes de sumergirse en su trabajo.
Descansos regulares para estirar
Incorporar breves descansos para estirar a lo largo de su jornada laboral puede hacer maravillas para su bienestar físico y mental. Configure un cronómetro para recordarse que debe ponerse de pie, estirar los brazos, las piernas y la espalda y respirar profundamente unas cuantas veces.
Estos breves momentos de movimiento pueden aliviar la tensión muscular, mejorar la circulación y proporcionar un reinicio mental, mejorando la concentración y la productividad.
Haz ejercicio en tu escritorio
¿Quién dice que para hacer ejercicio hay que ir al gimnasio? Ejercicios simples como sentadillas en silla, flexiones de brazos en el escritorio o levantamientos de piernas sentado se pueden integrar perfectamente en sus descansos laborales, proporcionando una rápida ráfaga de actividad sin interrumpir su flujo de trabajo.
Estos ejercicios promueven la salud física al apuntar a grupos musculares clave, pero también ayudan a combatir el comportamiento sedentario, manteniendo altos los niveles de energía durante todo el día.
Camina y habla
En lugar de limitar sus reuniones a las salas de reuniones o a las llamadas de Zoom, opte por reuniones ocasionales a pie. Ya sea una discusión individual o una sesión de lluvia de ideas con colegas, lleve la conversación al aire libre y disfrute de una caminata rápida mientras intercambia ideas.
Caminar no sólo estimula la creatividad y la resolución de problemas, sino que también promueve la camaradería entre los miembros del equipo, fomentando un ambiente de trabajo positivo.
Levántate de vez en cuando
Si su trabajo lo limita a un escritorio, combata los efectos perjudiciales de estar sentado durante mucho tiempo incorporando intervalos de pie en su rutina de trabajo. Invierta (o pídale a su empleador) un escritorio de pie o utilice una configuración improvisada para alternar entre estar sentado y de pie durante todo el día.
Estar de pie activa los músculos y mejora la postura, pero también estimula la circulación y previene la lentitud que a menudo se asocia con estar sentado durante mucho tiempo, lo que le ayuda a mantenerse alerta y concentrado en sus tareas.
Entrenamientos a la hora del almuerzo
Aproveche al máximo su pausa para el almuerzo realizando una rápida sesión de ejercicio. Ya sea una caminata rápida alrededor de la cuadra, una sesión de yoga en un parque cercano o un entrenamiento HIIT en su sala de estar, dedicar incluso solo 30 minutos a la actividad física durante la pausa del almuerzo puede revitalizar su cuerpo y su mente, preparando el escenario para una Tarde productiva.
Movimiento consciente
Adopte prácticas de atención plena que incorporen el movimiento a su jornada laboral, como tai chi, qigong o posturas de yoga para principiantes. Estos ejercicios para la mente y el cuerpo no solo promueven la flexibilidad y la fuerza físicas, sino que también cultivan la claridad mental y la resiliencia emocional, lo que le ayuda a afrontar el estrés de la vida diaria con mayor facilidad.
Si tiene problemas con su salud mental y necesita hablar, comuníquese con Samaritans al 116 123 o Switchboard LGBT al 0300 330 0630.