No es la primera vez que los derechistas están indignados por los proyectos de ley convertidos en ley por el candidato a vicepresidente Tim Walz, calificándolos de “demasiado progresistas”.
Tras la noticia de que el gobernador de Minnesota fue elegido compañero de fórmula de Kamala Harris en la fórmula demócrata en las elecciones estadounidenses, los republicanos han intentado repetidamente, sin éxito, pintarlo como un liberal de extrema izquierda radical y desquiciado.
Los conservadores han demonizado las leyes que proporcionan productos menstruales gratuitos en las escuelas y una que otorga comidas gratuitas a los escolares.
La última legislación que ha enfrentado su ira es la ley aprobada en 2023 que permite a los residentes de Minnesota obtener una licencia de conducir, independientemente de su estatus migratorio.
La ley, aprobada en septiembre y que entró en vigor el mes siguiente, fue aclamada como un paso progresivo para que 81.000 personas puedan circular por las carreteras. El director de Servicios para Conductores y Vehículos de Minnesota, Pong Xiong, dijo en su momento: “Estamos increíblemente orgullosos de ser parte de un puñado de estados que ofrecen una licencia de conducir para todos, y el primer paso para obtenerla es aprobar ese examen escrito”.
Aunque se presentó como progresista, Minnesota fue en realidad el decimonoveno estado en implementar una ley de este tipo.
A pesar de esto, expertos de derecha como el presentador de Fox News, Sean Hannity, condenaron a Walz, afirmando que el gobernador “cree que la inmigración ilegal ilimitada es maravillosa para nuestro país”.
Su compañero presentador de Fox News, Jesse Watters, utilizó el proyecto de ley como excusa para llamar a Walz “loco de Minnesota” y “lunático”.
Charlie Kirk, de Turning Point USA, intervino en la conversación y escribió: “Walz es un fanático de las fronteras abiertas. Walz apoya las ciudades santuario, las licencias de conducir para los ilegales, la universidad gratuita para los ilegales y la atención médica gratuita para los ilegales. Le preocupan más los invasores que los estadounidenses”.
En respuesta a críticas anteriores, Walz respondió sarcásticamente: “Qué monstruo. Los niños comen y tienen la barriga llena para poder ir a estudiar, y las mujeres toman sus propias decisiones sobre la atención sanitaria.
“Van a etiquetar lo que quieran. (Donald Trump) lo va a hacer, va a pronunciar mal los nombres, va a intentar defender su postura. El hecho es que si nos fijamos en las políticas en cuya elaboración participó la vicepresidenta Harris… la calidad de vida es mayor, las economías son mejores.
“Si así es como me quieren etiquetar, estoy más que feliz de aceptar esa etiqueta”.