Las personas LGBTQ+ y sus aliados se han manifestado frente al edificio de la Asamblea Nacional de Bulgaria para denunciar una enmienda a una ley que prohibirá la llamada propaganda LGBTQ+ en las escuelas.
La actualización de la Ley de Educación Preescolar y Escolar de 2020 del país, propuesta por el partido prorruso Vazrazhdane, fue aprobada el miércoles (7 de agosto) por 159 votos contra 22 y 12 abstenciones.
La enmienda prohíbe la “propaganda, promoción o incitación de cualquier manera, directa o indirectamente en el sistema educativo” y ahora define la “orientación sexual no tradicional” como “diferente de las nociones generalmente aceptadas y establecidas en la tradición jurídica búlgara de atracción emocional, romántica, sexual o sensual entre personas de sexos opuestos”.
En respuesta a la medida, que sigue a la ofensiva del presidente Vladimir Putin contra los derechos de los homosexuales en Rusia, grupos LGBTQ+, de derechos humanos y feministas protestaron en la capital, Sofía, el jueves 8 de agosto.
Los manifestantes ondeaban banderas del Orgullo con los colores del arco iris y sostenían carteles en los que se leía “silencio = muerte” y “cis-heteronormatividad = propaganda”. La multitud también coreaba lemas como “Bulgaria no es Rusia” y “el silencio significa muerte”.
La cobertura de Associated Press no sugiere que hubo violencia.
Tras la aprobación de la enmienda, el grupo de derechos queer Deystvie dijo que “Bulgaria está siguiendo los pasos de Rusia”, y la abogada Denitsa Lyubenova dijo que la nueva ley “presagia implícitamente una caza de brujas y sanciona cualquier esfuerzo educativo relacionado con las personas LGBTQ en la escuela”.
Deystvie, junto con otros grupos, ha lanzado una petición pidiendo que se retire la enmienda, que planean entregar al presidente Rumen Radev el lunes (12 de agosto).
“Creemos que la ley votada debería ser vetada, ya que no es legalmente ejecutable y viola la Ley de Protección contra la Discriminación y el Convenio Europeo de Derechos Humanos”, se lee en la petición.
La organización feminista LevFem calificó la legislación como una “ley de odio” y escribió en las redes sociales que los “parlamentarios del país convirtieron la escuela en un lugar aún más peligroso para los adolescentes”, y agregó: “Normalizaron la violencia contra las personas LGBT+ y negaron a los jóvenes LGBT+ el acceso a la información y al apoyo vital durante el momento más difícil de sus vidas”.
En general, Bulgaria tiene un historial poco brillante en lo que respecta a los derechos LGBTQ+ y ocupa el puesto 107.º en el mundo en materia de derechos queer según Equaldex. Si bien la homosexualidad es legal, el matrimonio igualitario no lo es: la Constitución de Bulgaria (1991) define el matrimonio como una “unión libre entre un hombre y una mujer”.
En octubre de 2022, un informe de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia pidió a los líderes de la nación balcánica que tomaran medidas enérgicas contra el comportamiento anti-LGBTQ+.
El informe, centrado en abordar la desigualdad en Bulgaria, identificó a la comunidad LGBTQ+, así como a la población romaní, como “las principales víctimas de las expresiones públicas de odio y prejuicio” en el país. Sin embargo, el año pasado, el Tribunal Supremo dio la razón a un cantante que tildó a los homosexuales de “pervertidos”.
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