La aventura de Jazmín y Olivia para descubrir la verdad detrás de una profesora de mecanografía icónica
Si aprendiste a escribir en una computadora, es probable que hayas conocido a Mavis Beacon. Una mujer negra profesional y sonriente en la portada de Mavis Beacon enseña mecanografíaFue profesora de mecanografía para millones de niños y adultos en los años 90 y principios de los 2000. Pero aquí está el giro: Mavis Beacon no es real. ¿O sí?
En Buscando a Mavis BeaconLa directora Jazmin Renée Jones y la productora asociada Olivia McKayla Ross se embarcan en una aventura llena de neón para descubrir el misterio detrás de Mavis Beacon. El documental híbrido lleva a los espectadores en un viaje que es a partes iguales una película policial negra y una película de amigos sobre el paso de la infancia a la adultez, mientras estas “detectives e-girls” buscan a Renee L’Espérance, la mujer haitiana que posó como modelo para el icónico software.
El mito de Mavis
Jazmin, una cineasta queer negra del Área de la Bahía, creció con Mavis Beacon como su primera profesora de mecanografía, su primera profesora negra y una especie de mentora virtual. “En 2018, a la edad de 28 años, me preguntaba, oh, ¿qué pasó con Mavis Beacon?”, compartió Jazmin. Esta curiosidad desencadenó una investigación que la llevó a Olivia, una videoartista queer de 19 años de Queens, que combina la experiencia de su familia en el trabajo de parto con una pasión por la tecnología.
La visión de Olivia sobre su colaboración es igualmente vívida: “Conocí a Jazz a través de espacios de organización colectiva… Su colectivo FU estaba haciendo mucha de esta organización solidaria pan-negra y pan-asiática realmente increíble a través de las artes”. Las dos conectaron al instante, formando un vínculo intergeneracional que se ha profundizado con cada paso de su búsqueda.
Una mentora y una amiga: cómo Jazmine ayudó a Olivia a encontrar su lugar en la comunidad queer
Para Olivia, conocer a Jazmin fue más que una colaboración creativa; fue un cambio de vida. “Conocer a Jazz, conocer a su pareja Yen, nuestra directora de fotografía, fue la primera vez que tuve la oportunidad de conocer a personas mayores queer, de tener personas en mi vida que desempeñaron ese papel de hermano mayor elegido por la familia”, reflexiona Olivia. “Aprendí mucho de Jazz sobre cómo desenvolverme en el mundo como persona queer, desde la organización política hasta mi sentido del estilo… Siento que mi experiencia como joven queer ha sido tan normal y segura gracias a ellos”. Para Olivia, Jazmin se convirtió en una guía, una mentora y una amiga, que moldeó su camino y afirmó su lugar en la comunidad queer.
Una búsqueda a través de la historia y los rumores
La película pasa del mito a la realidad, sumergiéndose en un mar de teorías conspirativas, videos deepfake y tradiciones de Internet. El público pasa de escenas imaginarias de Mavis Beacon siendo homenajeada por Barack Obama a un trabajo de detectives en la vida real para rastrear a Renee L’Espérance. Jazmin y Olivia usan todas las herramientas a su disposición: investigación en Internet, lanzamiento de hechizos e incluso una línea directa de “Buscando a Mavis Beacon” para informantes.
Pero el viaje no se trata solo de encontrar a Renee. También se trata de lidiar con grandes preguntas: “¿Qué significa tener a una mujer negra en el rol perpetuo de servidumbre digital?”, pregunta Olivia. Jazmin agrega: “Tenemos que comenzar a tratar nuestras teorías de conspiración como intuición”.
El futuro de la identidad digital
Buscando a Mavis Beacon llega en un momento crucial en 2024, un momento en el que la inteligencia artificial, la privacidad digital y la identidad en línea son temas de actualidad. Jazmin y Olivia instan a los espectadores a pensar críticamente sobre sus huellas digitales y las implicaciones de su presencia en línea. “Puedes optar por participar, puedes leer esos términos y condiciones… o tienes derecho a desaparecer”, nos recuerda Jazmin.
Una invitación a conectarse
Más allá de la pantalla, Jazmin y Olivia invitan a los espectadores a participar en el proyecto a través de un juego de mecanografía en su sitio web, buscandomavisbeacon.como compartiendo sus recuerdos a través de la línea directa 575-SEEKING. “Si tienes recuerdos de Mavis Beacon, reales o imaginarios… déjanos un mensaje”, anima Olivia.
Este documental no es solo una película; es un diálogo abierto, una inmersión nostálgica y un llamado a repensar quién controla la narrativa. Como dice Jazmin, “Esta película es una carta de amor… a nuestros yo más jóvenes y a las generaciones futuras para que sigan haciendo preguntas molestas a sus amigos”.
Y ese es un mensaje que todos necesitamos escuchar.