El gobierno socialista de España ha provocado controversia al planear eliminar la “Q+” de LGBTQ+ y prohibir a las mujeres transgénero en el deporte femenino.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del primer ministro Pedro Sánchez hizo los anuncios de política durante un congreso del partido en la ciudad sureña de Sevilla el fin de semana.
Los cambios limitarían la participación en deportes femeninos a “personas con un sexo biológico femenino” y darían como resultado que Q+, que se refiere a personas que son queer y cuestionadoras, y que no encajan en una categoría clara de género y sexualidad, fuera eliminada del acrónimo LGBTQ+. – dentro de un plan para proteger a las minorías queer de la desigualdad social.
Para muchos, la medida será vista como contradictoria con la progresista legislación LGBTQ+ de España, incluidas sus amplias reformas a las leyes de reconocimiento de género que permiten la autoidentificación de las personas trans a partir de los 16 años, sin necesidad de una evaluación psicológica o médica.
Aprobadas el año pasado por 191 votos contra 60 (y 91 abstenciones), las reformas significaron que los hombres y mujeres transgénero ya no necesitaban completar extensos formularios médicos para cambiar sus marcadores de género en documentos como su certificado de nacimiento. La ministra de Igualdad, Irene Montero, calificó la actualización legislativa como un “gran paso adelante”.
Y agregó: “Esta ley reconoce el derecho de las personas trans a autodeterminar su identidad de género, despatologiza a las personas trans. Las personas trans no son personas enfermas, son simplemente personas”.
Sin embargo, en ese momento, la ex vicepresidenta socialista Carmen Calvo afirmó que el cambio “destruiría la poderosa batería de legislación sobre igualdad en nuestro país”.
Las feministas críticas con el género dentro del PSOE acogieron con agrado la última medida, y el grupo de defensa anti-trans Contra el Borrado de Mujeres – Contra la Eliminación de las Mujeres – dijo que la enmienda era “un paso crucial hacia la protección de la integridad de los deportes femeninos”.
Sin embargo, las enmiendas han sido criticadas por activistas y aliados LGBTQ+.
Montero, que ya no es ministra de Igualdad, afirmó en un post en las redes sociales: “Una mujer trans es una mujer. Diga lo que diga el PSOE, esto es transfobia. Los derechos de las personas trans son derechos humanos. Cualquier otra cosa no es feminismo clásico ni política de izquierda, es simplemente transfobia”.
Mientras tanto, Mar Cambrolle, presidenta de la Federación Plataforma Trans, advirtió: “Cuando un partido progresista cae en la misma ideología que la ultraderecha, señalándonos como heraldos del mal social, es muy peligroso para nuestra democracia y la lucha por igualdad.”
Comparó el “uso perverso del feminismo” con “los derechistas que dicen que los inmigrantes son la causa de la delincuencia”, y añadió: “Numerosos organismos internacionales, como Human Rights Watch, están en contra de la exclusión de las mujeres trans del deporte femenino, lo que profundiza la discriminación. y estigmatización”.
El conservador Partido Popular de España ganó las elecciones en julio, pero su líder Alberto Núñez Feijóo no logró formar gobierno. El mes pasado, después de semanas de discusiones, Sánchez obtuvo una mayoría de cuatro escaños en el parlamento de 350 escaños.