Mensaje de Brian Rosenberg: A medida que se acerca el otoño y nos acercamos a la temporada de reuniones y familias, es el momento perfecto para destacar el creciente número de padres LGBTQ+ que eligen parteras para sus viajes de formación de familias. Para compartir las invaluables y diversas formas en que las parteras sirven a nuestra comunidad, recurrí a mi compañera entrenadora de la Academia GWK, Marea Goodman, partera autorizada, autora y fundadora de la comunidad queer de construcción de familias PregnantTogether.
Durante décadas, las parteras han sido estereotipadas como trabajadoras marginales del parto: dan a luz a sus bebés sólo en salas de estar iluminadas con velas o en cabañas rurales, lejos de la medicina moderna. (La historia detrás de esto es digna de su propia publicación en el blog, ¡pero eso será para otro momento!) Hoy en día, las parteras están en todas partes: en hospitales, junto a obstetras, en centros de maternidad y en hogares. Y para un número cada vez mayor de familias LGBTQ+, la atención de partería se está convirtiendo en un nuevo estándar de apoyo durante el embarazo, el parto y el posparto.
Las razones son profundamente personales, pero comparten un hilo común: el énfasis de la partería en la atención afirmativa basada en las relaciones se alinea con las necesidades de las familias queer, trans y no tradicionales que con demasiada frecuencia se sienten ignoradas en los sistemas médicos convencionales.
Las parteras en los planes modernos de construcción de familias
Uno de los mayores conceptos erróneos sobre las parteras es que solo sirven para partos en casa sin medicamentos o que solo pueden ayudar a alguien durante el embarazo. En realidad, las parteras ejercen en todo el espectro de la atención reproductiva y de maternidad. Dependiendo de las leyes estatales y la capacitación, algunas parteras también brindan servicios relacionados con la fertilidad, como inseminación intrauterina (IIU) o asesoramiento previo a la concepción, a veces en colaboración con clínicas de fertilidad.
En los EE. UU., existen dos tipos de certificación de partería: parteras autorizadas y enfermeras parteras certificadas (CNM). Las parteras autorizadas suelen trabajar en hogares o centros de maternidad y muchas ofrecen cuidados de fertilidad. Los CNM son profesionales de la salud autorizados que pueden recetar medicamentos, admitir pacientes en hospitales y gestionar todo, desde partos en el agua con poca intervención hasta epidurales. También ayudan en las cesáreas en colaboración con los médicos. También pueden trabajar en clínicas de fertilidad.
Esta flexibilidad es especialmente importante para los padres LGBTQ+, muchos de los cuales inician el embarazo con consideraciones médicas y emocionales únicas. Por ejemplo:
- Un hombre transgénero puede querer un proveedor afirmativo y acceso al tratamiento del dolor en el hospital.
- Una pareja que utiliza una madre sustituta puede necesitar una partera que pueda apoyar tanto a la persona que da a luz como a los futuros padres durante el parto.
- Las familias que enfrentan embarazos de alto riesgo aún pueden elegir la atención de partería en los hospitales, con obstetras y ginecólogos disponibles si surgen complicaciones.
En lugar de limitar las opciones, las parteras suelen ampliarlas, ofreciendo planes de parto personalizados y garantizando al mismo tiempo la seguridad mediante la atención colaborativa.
Por qué la partería resuena entre las familias LGBTQ+
El sistema médico convencional no siempre es acogedor con los pacientes y familias queer y trans. Muchas personas LGBTQ+ cuentan historias de confusión de género, cuestionamientos invasivos o discriminación abierta. Los mundos de la fertilidad, el embarazo y la alimentación corporal pueden estar muy sexistas y estar impregnados de heterosexismo. Con sus raíces en una práctica holística y centrada en el paciente, la partería a menudo puede ofrecer una atención más personalizada y afirmativa para padres y futuros padres queer y trans.
Esto es lo que lo distingue:
- Lenguaje inclusivo y respeto a las identidades.: Es más probable que las parteras pidan pronombres, reconozcan a padres no binarios y utilicen términos como “amamantamiento” o “persona embarazada” cuando sea apropiado.
- Afirmación de estructuras familiares diversas: Las tríadas poliamorosas, los co-padres queer y los padres no gestacionales son reconocidos como partes integrales de la unidad familiar, no marginados.
- Centrarse en la autonomía y la elección informada: En lugar de dictar un conjunto rígido de procedimientos, las parteras tienden a explicar opciones, riesgos y beneficios y luego apoyan las decisiones de la familia.
- Continuidad de la atención: A diferencia de las ajetreadas prácticas hospitalarias donde una persona embarazada puede consultar a varios proveedores, la atención de partería a menudo se centra en construir una relación con un equipo pequeño y consistente.
Cómo encontrar una partera afirmativa LGBTQ+
Para quienes estén considerando recibir atención de partería, aquí hay algunos consejos prácticos:
- Comience con directorios basados en valores: Los grupos locales de padres queer pueden ser una mina de oro de referencias. La comunidad virtual que dirijo, PregnantTogether, también es un recurso maravilloso.
- Haz preguntas específicas: ¿Cómo maneja su práctica los pronombres? ¿Tienen formularios de admisión neutrales al género? ¿Cómo se incluye en la atención a los padres no gestantes? ¿Tiene alguna partera de respaldo? ¿También tienen habilidades y experiencia (y están entusiasmados de) brindar atención a la población LGBTQ+?
- Aclarar la cobertura del seguro: Muchas parteras trabajan en hospitales y aceptan seguros, pero es posible que los centros de maternidad independientes y los partos en casa no estén totalmente cubiertos. Algunas familias eligen parteras para la atención primaria y las trasladan a hospitales sólo si es necesario.
- Comprender las leyes estatales: Las regulaciones sobre partería varían ampliamente. En algunos estados, las parteras autorizadas pueden atender los partos en casa de forma independiente; en otros, su práctica es más restringida.
Si bien navegar por esta logística puede resultar desalentador, las familias a menudo descubren que la recompensa (un proveedor que realmente los comprende y respeta) vale la pena. Creé un recurso descargable gratuito para encontrar un proveedor afirmativo, al que puede acceder aquí.
Cada vez más padres LGBTQ+ están descubriendo que las parteras ofrecen no solo experiencia médica sino también compasión, defensa y afirmación en el camino hacia la paternidad. Ya sea en la fase de intento de concebir, en un centro de maternidad, en el quirófano o en casa, las parteras están ayudando a las familias queer a afrontar el embarazo y el parto con dignidad y opciones. Y tener a alguien que realmente apoye a su familia durante todas estas fases marca una gran diferencia.
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