Sanae Takaichi se ha convertido en la primera mujer primera ministra de Japón, tras una abrumadora votación en el parlamento el martes (21 de octubre).
Conocida como la Dama de Hierro de Japón, el líder del Partido Liberal Demócrata, Takaichi, es la cuarta persona en asumir el puesto más alto desde que Shinzo Abe renunció en 2020, informó la BBC.
Además de ser un defensor de las políticas económicas de Abe, Takaichi también es fanático de Margaret Thatcher (de ahí el apodo) y tiene opiniones conservadoras acérrimas, incluida su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo.
En 2023, mientras discutía la ley de Promoción del Entendimiento LGBT de Japón, que busca evitar la “discriminación injusta” de las personas queer, Takaichi dijo: “No debería haber prejuicios contra la orientación sexual y la identidad de género”. Sin embargo, esto contrasta con sus declaraciones en otros lugares, cuando describió el matrimonio homosexual como un “problema muy difícil”.
Takaichi también se opone a que las mujeres mantengan su apellido de soltera después de casarse, a pesar de usar el suyo durante sus dos matrimonios con su colega liberal demócrata Taku Yamamoto. Permitir que las parejas casadas utilicen apellidos diferentes podría “destruir la estructura social basada en unidades familiares”, afirmó.
La homosexualidad es legal en Japón, pero el país va a la zaga en lo que respecta a la prohibición de la terapia de conversión, además de no reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Equaldex informó que encuestas recientes muestran que el público japonés apoya ampliamente los derechos LGBTQ+. Una encuesta realizada en 2023 reveló que el 72 por ciento de los encuestados apoyaba el matrimonio homosexual.
Japón es el único país del G7 donde el matrimonio entre personas del mismo sexo no ha sido legalizado, aunque los tribunales del país han declarado inconstitucional la prohibición.
Las parejas del mismo sexo pueden tener uniones civiles pero no pueden heredar los bienes del otro ni adoptar. Las visitas al hospital en las que uno de los dos está agonizando o en estado crítico no suelen estar permitidas porque la pareja no está reconocida legalmente como miembro de la familia.
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