Antes de que Halloween en West Hollywood se convirtiera en un escenario principal para las travesuras de Halloween, prosperó como una celebración pequeña pero alegre impulsada por la comunidad LGBTQ. A diferencia de las fiestas de barrio organizadas y las calles repletas de turistas de hoy, Halloween en la década de 1980 se desarrolló con un espíritu intrépido e improvisado. Santa Mónica Boulevard permaneció abierto al tráfico y las autoridades de la ciudad estuvieron lejos de apoyarlo. Eso sólo aumentó la emoción.
Caos en el bulevar
Los autos avanzaban lentamente por la calle principal mientras las drag queens saltaban a las cabinas de los desconcertados camioneros o se deslizaban en los asientos traseros de los automovilistas varados. Los peatones se detuvieron incrédulos, tratando de navegar entre el torbellino de brillantina, látex y trajes apenas visibles. Hombres desnudos corrían entre los vehículos, presionando sus mejillas contra las ventanas, mientras artistas drag desfilaban extravagantemente por el asfalto. El aire transportaba una mezcla de risas, música y el inconfundible olor a marihuana.
Los atascos de tráfico eran comunes, pero también lo eran los momentos inesperados de deleite. Cada cruce ofrecía un nuevo espectáculo: un grupo de amigos vestidos como íconos del pop, una parodia de una figura religiosa o un inteligente guiño a la última película de terror. La creatividad reinó suprema y había mucho en juego, no por los premios, sino por la pura audacia.
Los disfraces que hicieron una generación
Gracias a un archivo derivado de Steven Curtis, los imaginativos atuendos de la época se conservan con vívidos detalles. Conjuntos tontos de drag, looks escandalosos inspirados en el terror y interpretaciones atrevidas de roles tradicionales revelan la exuberancia de la comunidad queer de West Hollywood. Cada disfraz cuenta una historia de rebelión y libertad, ofreciendo un modelo lúdico para los entusiastas de Halloween de hoy.
Una época anterior al turismo y los medios
En la década de 1980, Halloween en West Hollywood no tenía la cobertura de radio, los programas de televisión o el patrocinio comercial que ahora dominan las calles. Pocos forasteros presenciaron las festividades, lo que significó que los participantes actuaran unos para otros y para ellos mismos, convirtiendo la noche en una celebración íntima de la autoexpresión. Los ayudantes del sheriff patrullaban la zona, pero su presencia sólo aumentaba la emoción mientras los juerguistas evadían hábilmente la autoridad mientras dejaban su huella en el bulevar.
Inspiración para el Halloween moderno
Más allá de la nostalgia, estas imágenes de archivo sirven de inspiración para disfraces contemporáneos y celebraciones queer. Desde audaces drag hasta atrevidas referencias a la cultura pop, la creatividad del pasado de West Hollywood continúa influyendo en la cultura de Halloween en la actualidad. Puede que las calles de la ciudad sean más seguras y organizadas ahora, pero el espíritu audaz de la década de 1980 sigue vivo en cada conjunto escandaloso y broma divertida.
A continuación se muestran 21 de los disfraces más memorables de las calles de West Hollywood durante esta época.
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