La foto de 'Frankenstein' de Jacob Elordi con su perro tiene a los fanáticos divididos entre aterrorizados y sedientos

Gabriel Oviedo

La foto de ‘Frankenstein’ de Jacob Elordi con su perro tiene a los fanáticos divididos entre aterrorizados y sedientos

Jacob Elordi ha entrado oficialmente en su era de monstruos y de alguna manera la ha hecho popular.

Una foto detrás de escena del Euforia y quemadura salada estrella en su totalidad frankenstein las prótesis se han vuelto virales después El programa de esta noche protagonizado por Jimmy Fallon lo transmitió esta semana. La ahora infame imagen muestra a Elordi, completamente irreconocible bajo un maquillaje verde pálido y cicatrices cosidas, abrazando a su golden retriever, Layla, entre tomas.

Internet parece no poder decidir si estar asustado o enamorado. “¿Por qué parece que Frankenstein podría arruinar mi vida de la mejor manera?” un usuario escribió en X, mientras que otro admitió: “No esperaba querer salir con un monstruo de película, pero aquí estamos”.

Monstruosamente adorable

En el programa, Fallon se burló de Elordi sobre la extraña foto, que parece sacada directamente de una novela romántica gótica. “Ella estaba tan harta de mí en ese momento”, bromeó Elordi. “Ella me dijo: ‘Estoy tan cansada de esto y te ves raro’”.

Layla, siempre la fiel compañera, no parecía desconcertada por el monstruoso cambio de imagen de su dueña. Incluso con los tornillos saliendo de su cuello, Elordi se las arregló para parecer un hombre que da abrazos muy suaves.

El actor dijo más tarde Vogue británica que Layla no es sólo su compañera, es su musa. “Paso la mayor parte del tiempo con mi perro”, dijo. “Es una gran maestra en muchos sentidos. Sólo por su inocencia y lo directa que es… mi perro es mi héroe”.

El nuevo monstruo favorito de Internet

Entre su inquietante frankenstein Su apariencia y su sincera devoción por Layla, Elordi ha logrado encantar a los fanáticos de una manera que pocas criaturas no-muertas podrían hacerlo. Es posible que la imagen haya comenzado como un tiempo de inactividad en el set, pero desde entonces se ha convertido en un momento cultural en toda regla, a partes iguales inquietante y entrañable.

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