El parlamento de Estonia ha votado a favor de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que lo convierte en el primer país báltico y centroeuropeo en hacerlo.
El proyecto de ley fue aprobado por 55 votos contra 34 en el parlamento de 101 escaños el martes (20 de junio) y entrará en vigor el próximo año.
En declaraciones a Reuters después de la votación del martes (20 de junio), la primera ministra Kaja Kallas dijo que su mensaje a Europa central era que “es una lucha difícil, pero el matrimonio y el amor es algo que hay que promover”.
Si bien el matrimonio entre personas del mismo sexo se ha convertido en la norma en Europa occidental, gran parte de Europa central y oriental sigue siendo hostil a los derechos LGBTQ+, en particular países como Polonia y Hungría.
Kallas agregó que Estonia se había “desarrollado mucho en esos 30 años” desde que se independizó de la Unión Soviética.
“Somos iguales entre países del mismo valor”.
En una publicación en las redes sociales, Kallas expresó su orgullo por Estonia y dijo: “Estamos construyendo una sociedad en la que se respetan los derechos de todos y la gente puede amar libremente”.
Una encuesta reciente del Centro de Derechos Humanos mostró que el 53 por ciento de la población de Estonia apoyaba el matrimonio entre personas del mismo sexo, frente al 34 por ciento de hace una década, según Reuters.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, elogió al país en las redes sociales, escribiendo: “Felicitaciones al pueblo y al gobierno de Estonia por la aprobación de la legislación sobre igualdad en el matrimonio y el reconocimiento de las familias del mismo sexo.
“En este momento histórico, Estados Unidos se enorgullece de estar con ustedes en apoyo de las comunidades LGBTQI+ en todas partes”.
En una entrevista con la Radio y Televisión Nacional de Lituania a principios de este mes, el presidente del parlamento de Estonia, Lauri Hussar, indicó que la legislación sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo estaba en camino.
Destacó cómo en otros países donde era legal “la sociedad avanzó”, señalando que todavía habrá bolsillos –la Iglesia y los conservadores– que se oponen al proyecto de ley.
Otros dos países bálticos, Lituania y Letonia, tienen ante sus parlamentos proyectos de ley sobre parejas del mismo sexo.