Irak está ordenando a sus plataformas de medios que no utilicen las palabras “homosexual” o “género”.
La Comisión de Medios y Comunicaciones de Irak (CMC, por sus siglas en inglés) emitió nuevas directivas para los medios y las plataformas de redes sociales, ordenándoles que dejen de usar “homosexualidad” cuando hablen sobre personas LGBTQ+ y que en su lugar hablen solo de “desviación sexual”.
El CMC también prohibirá la palabra “género” y prohibirá que todas las compañías de telefonía e Internet con licencia en el país la usen.
Los funcionarios afirmaron que la medida tenía la intención de salvaguardar los llamados valores sociales y supuestamente mantener el orden público.
Aún no se han publicado sanciones específicas por violar la política planificada, pero se espera que los castigos puedan incluir una multa.
Si bien Irak no prohíbe explícitamente la homosexualidad, las cláusulas de moralidad y percepción pública en su código penal significan que las personas LGBTQ+ son un objetivo rutinario a nivel nacional e institucional.
Un proyecto de ley que prohíbe la homosexualidad fue presentado al parlamento el mes pasado por el jefe adjunto de la comisión de asuntos legales, Mortada Al-Saadi, quien pidió al presidente del Consejo de Representantes, Mohammed al-Halbousi, que lo incluyera en la agenda durante la sesión legislativa que comienza en Septiembre.
El odio anti-LGBTQ+ ha estado aumentando en la región desde principios de año con otro proyecto de ley publicado por el gobierno regional del Kurdistán en Irak que, de aprobarse, castigaría la defensa de LGBTQ+ con hasta un año de prisión y una multa de cinco millones de dinares. (£ 3.000).
Además, Rasan, el único grupo de derechos humanos en Kurdistán que aboga por la igualdad LGBTQ+, fue prohibido por “actividades en el campo de la homosexualidad” en mayo, según Human Rights Watch.
Según el Índice de Igualdad del grupo de defensa de la comunidad LGBTQ+ Equaldex, que clasifica a los países en función de la igualdad queer, Irak ocupa el puesto 176 de 197.
Los datos recopilados el año pasado sugieren que solo el dos por ciento de la población apoya la homosexualidad, mientras que el 55 por ciento se opone. El resto se negó a responder o afirmó no saber.