The Effect del National Theatre es un dilema ético brillante y cautivador – reseña

Pedro Perez

The Effect del National Theatre es un dilema ético brillante y cautivador – reseña

Teníamos grandes esperanzas en The Effect y, afortunadamente, este espectáculo estuvo a la altura de las expectativas. Escrita por Lucy Prebble, una de las escritoras de la exitosa serie de televisión Succession, y dirigida por Jamie Lloyd, ganador del premio Olivier, es una observación brillante y cautivadora del mundo que habitamos, lleno de dilemas morales. En el centro está la historia de dos jóvenes, Tristan (Paapa Essiedu) y Connie (Taylor Russell), que se han ofrecido como voluntarios para participar en un nuevo ensayo de drogas.

Viven en un mundo que se ha dado cuenta de la importancia de la salud mental, conscientes de que la forma en que se tratan las enfermedades no es realmente adecuada. Conocemos a Lorna (Michele Austin), la doctora a cargo del ensayo de medicamentos en un intento por encontrar una nueva y mejor manera de manejar la depresión; y Toby (Kobna Holdbrook-Smith), el creador de la droga que se está probando. En el transcurso del ensayo, Tristan y Connie comienzan a desarrollar sentimientos el uno por el otro, pero ¿es esto realmente amor o un efecto secundario de la medicación que están tomando?

Es algo genuinamente fascinante y convincente. La actuación es excelente y las interacciones de las dos parejas (la pasión entre Tristan y Connie, los intercambios mordaces entre los dos médicos) se sienten maravillosamente auténticas. En lo que podría ser una historia increíblemente seria, hay una sorprendente cantidad de humor: esto se debe en parte al texto de Lucy Prebble, rebosante de comentarios irónicos, inteligentes e ingeniosos; y en parte debido a la sincronización experta y la entrega de nuestro cuarteto de actores.

Este espectáculo de 100 minutos (sin intervalo) avanza a un ritmo vertiginoso gracias a la dirección experta de Jamie Lloyd. Es un escenario monocromático, austero y escaso en este estrecho escenario transversal, con casi todos los espacios y eventos creados a través de cambios de iluminación; el único accesorio utilizado es un cerebro en un balde. El diseño de sonido también es excelente, con una partitura minimalista que es sorprendentemente eficaz para aumentar la tensión en los momentos clave.

The Effect realmente es teatro en su máxima expresión: se siente como si tuviera algo importante que decir, y lo hace de una manera matizada y que invita a la reflexión. Todo se ve y suena fantástico y la actuación es de primera. Vale la pena una visita, nos encantó.

SentidoG da El Efecto – 5/5

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