El segundo de dos hombres de Florida identificados como los “capos” de un plan masivo para suministrar medicamentos falsificados contra el VIH a farmacias, proveedores y pacientes estadounidenses se ha declarado culpable.
Armando Herrera se declaró culpable de un cargo de conspiración para introducir drogas adulteradas y mal etiquetadas en el comercio interestatal, anunció el Departamento de Justicia a principios de esta semana.
Según el Departamento de Justicia, Herrera y su cómplice, Lázaro Roberto Hernández, establecieron empresas en Florida, Texas, Washington y California, que utilizaron principalmente para distribuir medicamentos adulterados contra el VIH, junto con otros fármacos, a proveedores farmacéuticos mayoristas, que Luego vendía los medicamentos falsos a farmacias donde eran distribuidos a los pacientes. También crearon documentación falsa para que pareciera que las drogas fueron adquiridas de manera legítima.
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Hernández se declaró culpable de su papel en el plan en abril y fue sentenciado a 180 meses de prisión en julio.
En 2021, la empresa biofarmacéutica Gilead Sciences advirtió que versiones imitadas de sus medicamentos Biktarvy y Descovy circulaban en las farmacias debido a distribuidores no autorizados. Ambos medicamentos se utilizan para tratar a personas que viven con el VIH. Descovy también se utiliza como profilaxis previa a la exposición (PrEP) para evitar que las personas VIH negativas contraigan el virus.
La operación supuestamente implicó adquirir ilegalmente píldoras fabricadas por Gilead y reenvasarlas en frascos usados comprados por dinero en efectivo, a menudo a personas sin hogar o que padecían adicción a las drogas. Luego, las botellas se volvieron a cerrar para que parecieran sin abrir y luego se vendieron. Se descubrió que las píldoras adulteradas contenían medicamentos potencialmente peligrosos, como el poderoso antipsicótico Seroquel.
En junio de 2022, Hernández fue arrestado y acusado de distribuir más de 230 millones de dólares en medicamentos adulterados contra el VIH. En octubre siguiente, Gilead identificó a Herrera y Hernández como los “capos” del plan.
“La investigación en curso de Gilead reveló que estos dos capos dirigieron la venta inicial de las falsificaciones a través de proveedores creados únicamente para vender medicamentos falsificados”, dijo la compañía en un comunicado en ese momento.
Según el Departamento de Justicia, Herrera será sentenciado el 21 de diciembre y enfrenta hasta cinco años de prisión.