La representante Marjorie Taylor Greene (R-GA) se ha ganado una reputación en sus dos primeros mandatos en el Congreso como una de las políticas más anti-LGBTQ+ de Estados Unidos.
Pero parece que está dispuesta a defender los derechos LGBTQ+ cuando tiene la oportunidad de atacar a los musulmanes.
Compartió un vídeo en X que mostraba un clip de un manifestante pro palestino en DC gritando: “¡Dejen vivir a Gaza!” y “¡Los asesinos se van a casa!” El vídeo estaba combinado con fragmentos de la red de noticias derechista Real America’s Voice que mostraban que los manifestantes eran en general de centro izquierda y que algunos se negaron a responder cuando un activista conservador gritó: “¿Denuncias a Hamás?”. en ellos, un acto muchos lo consideran islamófobo.
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“Esta ideología es peligrosa en los campus universitarios”, escribió Greene. “Los jóvenes NO saben que un Estado islámico asesinará a los homosexuales y no tolerará las mentiras de género, no le importa el cambio climático ni los derechos de las mujeres ni la cultura occidental, y obligará a todos a convertirse al Islam o enfrentarse a la muerte”.
Los manifestantes no intentaban convertir a los estadounidenses al Islam.
Greene no es amigo de las personas LGBTQ+. En sus cortos tres años en el cargo, presentó un proyecto de ley para poner fin a la atención que afirma el género para los jóvenes trans y dificultar el acceso de los adultos, cerró la Cámara dos veces y hizo perder el tiempo a todos en un intento de impedir que el Congreso aprobara la Ley LGBTQ+. Equality Act, copatrocinó un proyecto de ley para prohibir que los niños trans participen en deportes escolares, compartió música anti-LGBTQ+ con chistes sobre el VIH en las redes sociales, acusó al secretario de Transporte gay, Pete Buttigieg, y a su marido, Chasten Buttigieg, de engañar a niñas menores de edad, contrató a un “ “ex-gay” y elogió su afirmación de que cambió de gay a heterosexual como una “gran historia”, acusó a los padres de niños trans de convertir a sus hijos en transgénero como una declaración de moda y colocó un cartel transfóbico afuera de la puerta de su oficina que decía se reemplaza cada vez que es robado o vandalizado.