Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) han descubierto que la discriminación pone a las mujeres trans en mayor riesgo de contraer el VIH.
En un nuevo informe de la organización, los investigadores afirman que las mujeres trans necesitan un mejor acceso a la atención médica y al medicamento preventivo PrEP, pero se ven restringidas por la discriminación en el empleo y la vivienda.
Los nuevos datos se publicaron el 25 de enero en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, que detalla información de salud pública y recomendaciones de los CDC. Los investigadores analizaron datos de una encuesta de 2019-2020 a más de 1.600 mujeres trans. — cuyo grupo demográfico el VIH y el SIDA han sido desproporcionadamente altos, especialmente para las mujeres trans negras y latinas.
Los autores del estudio encontraron un vínculo entre la discriminación anti-trans en la vivienda y el empleo y la falta general de acceso a la atención médica.
De los encuestados, siete de cada 10 dijeron que habían experimentado alguna forma de discriminación anti-trans durante el año pasado, el 42 por ciento dijo que fueron despedidos o no pudieron encontrar un trabajo, mientras que el 14 por ciento dijo que se les negó la vivienda.
Luego, esta discriminación impide que muchas mujeres trans puedan acceder a atención médica de calidad, incluido el tratamiento de afirmación de género o PrEP, y puede exponerlas a posible encarcelamiento y violencia, lo que aumenta el riesgo de contraer el VIH.
La falta de vivienda y atención médica puede aumentar la dificultad para conseguir un trabajo y, según el estudio, tales factores pueden empujar a estas mujeres marginadas al trabajo sexual de supervivencia u otros entornos que conllevan un alto riesgo de transmisión del VIH.
Los investigadores escribieron en el informe: “La discriminación laboral ocurre en el nexo superpuesto de pobreza, falta de vivienda, encarcelamiento, seguro médico, discapacidad, inseguridad alimentaria y trabajo sexual de supervivencia. Estas cuestiones están interconectadas”.
Continuaron: “Cuando a las mujeres transgénero económicamente marginadas se les niega el empleo, esta negativa contribuye cíclicamente a las dificultades económicas.
“Este análisis… demuestra la importancia de que las mujeres transgénero trabajen y vivan con dignidad y sin temor a un trato injusto”, concluyeron los autores del estudio.
Luego, el estudio de los CDC recomendó que los programas de Medicaid se ampliaran para cubrir la atención de afirmación de género. — especialmente a la luz de los estados donde dicho trato no está cubierto, ya que los encuestados tenían el doble de probabilidades de informar dificultades para encontrar trabajo.
Los autores también señalaron que dichos programas han sido “moldeados por el racismo estructural, que ha contribuido a las desigualdades en salud entre las personas negras e hispanas”, lo que conduce a la evasión y la falta de confianza en la comunidad.
El estudio también sugirió despenalizar el trabajo sexual como una forma de prevenir el encarcelamiento de personas trans y los resultados de salud negativos asociados.
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